Comer fruta en el desayuno es fundamental para seguir unos hábitos de alimentación saludables. No todas las frutas tienen el mismo efecto en el desayuno, en el caso del melón cuenta con numerosas ventajas especialmente gracias a su hidratación, aporte vitamínico y minerales como el calcio, el potasio o el zinc.
El melón es una fruta dulce y refrescante que se da en la temporada de verano. Es rica en agua y en vitaminas A, que ayuda a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel, E, muy útil para mantener el sistema inmunitario fuerte frente a virus y bacterias, C, necesaria para el crecimiento y desarrollo, y K, sin la que no podría darse la coagulación de la sangre.
Los beneficios de comer melón en el desayuno
Las propiedades del melón hace que incluirlo en nuestro desayuno repercuta de manera muy positiva en nuestro cuerpo. Los beneficios son varios y mucho más notables de lo que parece.
Sin duda, la primera ventaja sobre nuestro cuerpo que tiene empezar el día con una porción de melón en el desayuno es la hidratación del organismo. Al despertarnos por la mañana, lo más frecuente es que hayamos estado varias horas sin hidratar nuestro cuerpo. Pese al estado de reposo, recuperar los niveles normales de hidratación es una de las primeras necesidades que tenemos. Además del más que recomendable hábito de tomar un vaso de agua antes de desayunar, el melón ayuda en esta misión al estar compuesto en un 90% de agua, lo que lo convierte en una de las frutas con mayor valor hidratante de todo el planeta.
El melón aporta fibra, vitaminas, antioxidantes y minerales
El melón cuenta con alto aporte vitamínico entre las que destacan las vitaminas A, E, C y K. Estas son necesarias para algunas de las funciones más importantes de nuestro organismo, como la creación de tejidos óseos y musculares, la coagulación de la sangre o el crecimiento y normal desarrollo de nuestro cuerpo. Por otra parte, tiene un alto poder antioxidante que se nota en la hidratación y luminosidad de la piel, así como en el funcionamiento de las principales articulaciones de nuestro cuerpo. El melón es también rico en fibra, lo que mejora el tránsito intestinal y previene del estreñimiento, algo que notarás en tu peso y comodidad con tu cuerpo.
Otra de las valiosas aportaciones que desayunar melón tiene sobre nuestro cuerpo son los minerales, necesarios para funcionamiento del organismo y los músculos, la regulación del ritmo cardiaco y la producción de hormonas. En concreto, el melón aporta zinc, necesario en pequeñas cantidades para la salud, el crecimiento y el sentido del gusto humanos, el calcio para formar y mantener huesos fuertes, y potasio, que interviene en el funcionamiento de prácticamente todo el cuerpo, incluido el buen funcionamiento de los riñones y del corazón, la contracción muscular y la transmisión nerviosa.
La temporada del melón es el verano
Será que la naturaleza es sabia, que haya hecho del verano la temporada del melón. Y es que es que sus beneficios en esta época del año son aún más notables. Comer esta fruta es que ayuda a prevenir los dolores de cabeza propios de la deshidratación del cuerpo provocada en los meses de calor, gracias a su alto contenido en agua y sus azúcares naturales.
Pero estas no son las únicas ventajas de su alto contenido en agua. El melón cumple la función de drenar líquidos del cuerpo, evita la retención y la sensación de hinchazón pesadez y malestar que provoca, además de que mantener un transito activo de líquidos ayuda a desintoxicar el organismo.
Cómo incluir el melón en el desayuno
El melón, como todas las frutas, puede ser tomado en el desayuno de muchas formas distintas. Lo más recomendable es tomar la fruta al natural, una tajada de melón de toda la vida. Pero si tu intención es que el melón sea el protagonista de tus desayunos durante el verano sin aburrirte puedes, más vale que te demos algunas ideas para alternar las distintas maneras de comer esta sabrosa fruta. Por ejemplo, prueba a hacer zumos en la licuadora, mezcla el melón con otras frutas como el plátano, la manzana o la uva en menor cantidad y obtendrás resultados deliciosos. También puedes añadir algún tipo de leche de origen vegetal —almendra, soja, arroz, etc.— a los trozos de melón y pasar la mezcla por la batidora para hacerte tu propio batido casero. Tan dulce que no necesitarás añadir azúcar y así podrás reducir la ingesta de las calorías del azúcar refinado. El batido de melón es muy buena una forma de eliminar toxinas, evitar dolores de estómago y neutralizar la acidez estomacal.
Otra opción para tomar melón es que puedes mezclarlo con algún yogur bajo en calorías o 0% materia grasa. Una de las grandes ventajas culinarias del melón es que combina a la perfección tanto con alimentos dulces como salados. ¿Has probado ponerle algunas lonchas de jamón? Te aseguramos que con el melón tienes desayunos saludables para no aburrirte.