Los calentadores o termos son una excelente herramienta para proveer de agua caliente a nuestro hogar, sobre todo en aquellas zonas geográficas en las cuales no es necesario instalar un sistema de calefacción porque las temperaturas no son demasiado bajas.
En este sentido, existen muchas opciones de calentadores de agua de lo más interesantes en el mercado y por un precio muy económico, si bien es cierto que su vida útil es más corta que la de una caldera o un sistema de suelo radiante.
Pero, para que puedas sacarle el máximo partido a este dispositivo, hoy venimos a explicarte 5 medidas que te van a ayudar a alargar la vida de tu calentador de agua. Continúa leyendo si quieres descubrir cómo sacarle el máximo partido a tu termo.
Esto es lo que suele producir daños en los calentadores de agua
Una de las mejores maneras de conseguir que nuestro termo nos dure lo máximo posible es evitar aquellos factores que pueden provocar daños en el mismo, o al menos conocerlos.
El principal motivo por el cual nuestro calentador de agua puede dañarse son los sedimentos que están presentes en el agua, te explicamos a que nos referimos.
Dependiendo de la zona en la que vivamos, el agua va a tener un grado distinto de dureza, debido a ciertas cuestiones como las montañas que lo rodean, etc. De esta forma, las zonas que tienen un sustrato con una alta presencia de magnesio y calcio, son de agua dura.
Este tipo de agua es mucho más agresiva para los calentadores, puesto que cuando está caliente, aumenta la solubilidad de estos materiales y hace que se formen sedimentos que se acumulan en el fondo del tanque.
Y, como te puedes imaginar, todo esto puede terminar afectando al circuito de suministro de agua haciendo que este se bloquee. Por eso en estas zonas es especialmente relevante que pongamos en marcha medidas de mantenimiento de nuestros calentadores como las que te comentamos a continuación.
5 Medidas para aumentar la vida útil de tu calentador de agua
La vida útil de estos aparatos suele estar entre 5 y 10 años, si bien depende de nosotros que lleguen a la segunda cifra. Te explicamos cómo lograrlo.
- Baja la temperatura del agua. El agua muy caliente es uno de los factores que hace que se presente corrosión en este tipo de dispositivos, en parte porque aumenta el volumen de sedimentos. Por eso una excelente opción es ajustar su temperatura a un punto intermedio que nos permita disfrutar del agua caliente pero sin excedernos.
- Vacíalo de manera periódica. Dado que los sedimentos se acumulan en el fondo del mismo, otra opción interesante es vaciarlo cada cierto tiempo para así aumentar su poder de disolución. En este sentido, te aconsejamos hacerlo cada 90 días aproximadamente.
- Revisa las válvulas de alivio. Esto son mecanismos de seguridad integral que buscan identificar y rebajar el riesgo de acumulación de presión dentro del tanque del calentador, por lo que suponen una notable ayuda para evitar este problema. Para comprobar que funcionan bien, lo único que debemos hacer es levantar la palanca que hay en la parte baja del termo, y dejar que el agua fluya durante unos segundos para purgarse.
- Vigila el ánodo del magnesio. La barra de ánodo de magnesio está diseñada para descomponerse a través de electrólisis con el fin de salvar el tanque de acero que tiene el calentador de agua, por eso es esencial cambiarla cuando veamos que se encuentra en mal estado. Si no tienes muy claro como verificarla o donde se encuentra ubicada, lo mejor es que hables con un especialista que pueda ayudarte en este proceso.
- Apaga o desenchufa el calentador cuando no estés en casa. Finalmente, también debemos tener en cuenta que el calentador de agua caliente sigue acumulando su poder corrosivo cuando está en continuo funcionamiento. Esto hace que sea clave el hecho de apagarlo por las noches o en aquellos momentos en los cuales no vamos a estar en nuestra vivienda, como puede ser durante el periodo de vacaciones.
Como ves, las medidas que te proponemos son muy sencillas, pero pueden ayudarte a conseguir que tu calentador siga funcionando durante unos 3 o 4 años más. Esto implica un mayor ahorro y no tener el engorro de instalar un nuevo, así que comienza a aplicarlas lo antes posible.