La crisis energética ya lanzó al sitio de honor a la energía solar como una de las renovables de mayor incidencia dentro de la población, tanto desde el punto de vista doméstico, comercial e industrial. Además de ser un tipo de energía que ha sido avalada, protegida y ratificada por los diversos gobiernos con la plena intención de crear las condiciones propicias para su correcto desarrollo y como una medida paliativa contra la crisis energética actual.
Los precios de los combustibles fósiles y los nefastos efectos que estos tienen sobre el medioambiente han logrado que todos busquen una solución y para conseguirla primeramente hay que conocer que nuestras casas son un coladero energético. De allí que para que puedas optar a una subvención relacionada con la energía solar tienes que disponer de un certificado energético que garantice que el esfuerzo de instalar energía solar sea realmente sostenible.
Un trámite obligatorio para acceder a la energía solar
Los certificados de eficiencia energética han regresado a la mente de muchos españoles gracias a la creación de los fondos europeos destinados a la rehabilitación de los inmuebles para la correcta mejoría de su eficiencia. Una demanda que sin dudas ha colapsado al sistema y a todos los cálculos posibles llevados a cabo por las autoridades y que en teoría funcionaría para paliar la crisis española y colocar a la población al nivel de las mejores de Europa.
Los fondos Next Generation y las ayudas han creado un verdadero efecto que se ha convertido en un quebradero de cabeza de grandes proporciones para el gobierno español y es que si dudas ahora se ha convertido en una amenaza para los planes anticrisis del gobierno de España. Esto quiere decir que existe una guerra a muerte por conseguir a profesionales que logren avalar que las viviendas tienen las condiciones para solicitar las subvenciones de energía solar.
Las ayudas y subvenciones de energía solar colapsan el sistema
Los certificados energéticos para las viviendas en España se aprobaron en el 2013 y se constituyen como un documento oficial que determina y establece el nivel de consumo del inmueble bajo una medida que está determinada con diversas letras y colores. Una situación que aunque caótica, ha sido culpa de la falta de mano de obra calificada, la cual escasea en momentos cuando esta certificación es un requisito invaluable para optar a las ayudas de las subvenciones.
Las residencias unifamiliares y las comunidades de vecinos están mirando esta gran oportunidad como una alternativa invaluable para conseguir acceso a la energía solar del modo más económico posible y disfrutar de mantener a la mano todas las diversas ayudas establecidas para la masificación de la energía solar y del autoconsumo como una solución real a la crisis energética, pero con las trabas ya mencionadas, que ralentizan la posibilidad de acceder a este certificado.
Edificaciones obsoletas y otros factores negativos
Los problemas actuales, según los expertos en el tema, son el pleno resultado de malas políticas que se vienen acumulando por décadas, gracias a la desidia gubernamental y a que hasta el año 1980 no existía ni siquiera un requisito con relación al aislamiento en la construcción de los edificios, siendo apenas en el 2007 cuando se llegó a la decisión de establecer una normativa estricta.
Una problemática donde la evidente culpa fue de la energía barata en una época dorada para la construcción y donde los problemas de energía se solucionaban con una mayor inyección de gas, que desemboco en la actual crisis de los precios de las energías y la gran dependencia de los combustibles fósiles y foráneos, sin contar con los efectos de la pandemia y de la guerra Rusia – Ucrania.
De allí que los números hablen por si solos al lograr que las cifras de los edificios que logran la certificación sean de 54 % para la escala “E” una de las más bajas en cuanto a calidad energética. Afirmando lo dicho con respecto a la deficiente calidad de las edificaciones y a la falta de controles estrictos en materia de construcción y de eficiencia energética. Además de incluir miles de edificios que sin dudas nunca tendrán una calificación energética que les permita acceder a las subvenciones para la energía solar, ya que no tienen las condiciones necesarias para ser energéticamente viables.