El negocio de los bienes raíces en la actualidad está marcando la pauta en España y el alquiler de la vivienda mantiene una altísima cuota de participación en el mercado de los inmuebles. Manteniéndose por parte de los propietarios una gran preocupación con relación al alquiler de los pisos en lo relativo a la búsqueda del inquilino perfecto. Una variable que es de las de mayor importancia al momento de arrendar una vivienda.
Conseguir un inquilino responsable es la meta de todo propietario que decide lanzarse al mundo del alquiler de la vivienda, una inversión que evidentemente es excelente dada la gran rentabilidad que ofrece. Por lo que es importante compartir los consejos de mayor eficacia para dar con el inquilino catalogado de “ideal” y lograr que el arriendo de una propiedad pueda desarrollarse sin ningún tipo de problemas o contratiempos.
Alquilar la vivienda al inquilino indicado
Cada día es más apremiante para los dueños de viviendas lograr dar con un inquilino que no de problemas con el arriendo de la propiedad, por lo que los propietarios han logrado mejorar sus habilidades al momento de decidirse por uno u otro candidato y escoger un inquilino que mantenga un perfil que no ofrezca problemas en un futuro con relación al alquiler de la propiedad.
Las agencias inmobiliarias disponen de mecanismos profesionales para conseguir al inquilino perfecto, pero en muchas ocasiones el gasto que esto implica aleja a los propietarios, quedando a su entera responsabilidad la elección de un inquilino que se considere que será el menos problemático al momento de la relación entre arrendador y arrendatario.
Claves para escoger al inquilino de vivienda perfecto
El incremento en los lapsos para los desahucios y el aumento de los gastos que implica el propio hecho de entablar una demanda judicial para desalojar un inquilino son solo algunos de los factores que intervienen en que los propietarios de viviendas quieran mejorar sus habilidades para conseguir un inquilino que valga la pena. De allí que existan ciertas variables que pueden ayudar al dueño a lograr la hazaña de conseguir un inquilino perfecto.
La obligada visita al inmueble
La visita al inmueble por parte del inquilino ofrece una oportunidad invaluable para detectar innumerables cosas y es que la primera impresión es capaz de generar una gran cantidad de sensaciones a las cuales no se les puede desestimar. La manera de interactuar ofrece datos muy valiosos para conseguir una especie de perfil que pueda ser un pleno indicador de las características del posible cliente.
El perfil financiero del inquilino
Comprobar la estabilidad económica y laboral del posible inquilino es un punto crítico para asegurar una baja probabilidad de impagos y problemas legales que puedan finalizar en un complicado desahucio. Es importante que el propietario solicite los contratos laborales, las últimas nóminas y un informe detallado de la vida laboral y, de ser posible, contratar los servicios de una agencia inmobiliaria que pueda investigar más a fondo.
Solicitar una fianza
El propietario puede garantizar la buena fe del inquilino a través de la solicitud de una fianza y la Ley de Arrendamiento Urbanos lo permite. Por regla general, esta fianza consta de un mes de alquiler y en dependencia de la Comunidad Autónoma es posible solicitar hasta un par de meses, con la finalidad de cubrir cualquier daño o desperfecto a la propiedad o para solucionar cualquier atraso en las rentas pendientes.
Formalizar la firma de un contrato de alquiler
Un contrato de alquiler ofrece garantías inequívocas de las responsabilidades a las que se somete un inquilino y por ende es capaz de ahorrarte muchos problemas como propietario de una vivienda en arrendamiento. Las cláusulas son a mutuo acuerdo entre las partes y es posible establecer un preciso inventario de los objetos de la vivienda alquilada y de las condiciones estructurales de la misma, como garantía de que debe ser devuelta en las mismas condiciones.
La garantía de un seguro de alquiler
El seguro de alquiler es una de las soluciones de mayor efectividad al momento de garantizar la solvencia de un inquilino, este seguro permite que el propietario y el inquilino puedan dormir despreocupados ante cualquier situación que desemboque en impagos o en daños a la propiedad y es una plena garantía de que no habrá problemas, por regla general el propietario es quien lo paga, pero es posible llegar a un acuerdo con el inquilino y dividir los gastos.