La propiedad es un derecho establecido legalmente que permite al propietario disfrutar de forma completa y sin limitaciones de aquello que ha adquirido, pero las cosas cambian cuando existen dos o más copropietarios de un inmueble y surgen preguntas sobre la correcta gestión de una vivienda bajo la condición de copropiedad y las posibles limitaciones o problemas que pudiesen surgir bajo esta modalidad.
La copropiedad de una vivienda es una situación muy común que permite que más de una persona mantenga el estatus de dueño de una casa o de un inmueble, esta copropiedad puede deberse a una inversión previamente planeada entre dos o más socios o a través de otros casos fortuitos como por ejemplo una herencia de un inmueble que involucre a varios herederos y que, por lo tanto, generará copropiedad.
Definiendo la copropiedad de una vivienda
Para entender el término copropiedad hay que definir con exactitud su significado, ya que se trata de un derecho heredado de la cultura romana y en el que se establecen todas las reglas pautadas que deben mantener los propietarios de lo que también se denomina vivienda compartida. Las herencias por regla general evolucionan hacia copropiedades, pero también cuando se compra una vivienda en pareja o cuando se hace a medias con un familiar o una amistad.
En resumen, se trata de una única propiedad que pertenece a dos o más personas, pero con la agravante de que todos tienen derecho pleno sobre la vivienda y a partes igualitarias. De allí que los propietarios disponen de una parte de la vivienda o del inmueble considerada indivisible y de la que pueden hacer uso de una forma absoluta y no de un derecho completo sobre una parte de la casa.
Característica de la copropiedad de vivienda
Evidentemente, la principal característica de este tipo de propiedad es que la misma propiedad es de varias personas y donde en efecto cada una de ellas (copropietarios de la vivienda) poseen un porcentaje plenamente dividido en partes iguales y del que pueden hacer uso con libertad e individualismo, siempre y cuando las acciones estén ajustadas a derecho.
Los derechos y las obligaciones de los copropietarios
Así como cada uno de los copropietarios de la vivienda mantiene un determinado porcentaje (igualitario) del que podrá disfrutar y beneficiarse, también debe disponer de algunas obligaciones que por ley le correspondan. Recordando que la vivienda está perfectamente dividida a partes iguales entre el número de copropietarios, a no ser que por alguna razón legal se justifique otro accionar.
Las obligaciones de los copropietarios
Cada uno de los copropietarios de la vivienda debe hacerse cargo de una parte proporcional de los gastos de la vivienda, además no podrá llevar a cabo remodelaciones o cambios en la propiedad sin la debida autorización por parte de los demás copropietarios y siempre será la decisión mayoritaria de los copropietarios, la que ganará en una toma de decisiones.
Los derechos de los copropietarios de una vivienda
Los copropietarios de forma individualizada podrán ejercer su derecho de hacer uso de la vivienda, pero respetando que este uso no impida que los demás copropietarios también puedan ejercerlo. Logrando ser muy común el hecho de llegar a acuerdos para que un solo copropietario utilice la vivienda, bajo unas condiciones establecidas previamente.
El derecho individual de la parte de la vivienda para cada uno de los copropietarios es pleno y tendrá derecho a hipotecarla, cederla o enajenarla en dependencia de sus necesidades o decisiones personales. También es un derecho el simple hecho de que ninguno de los copropietarios está obligado a vivir en la vivienda y para que se apliquen normas y reglas específicas se debe firmar un contrato que las especifique, entre los copropietarios.
La copropiedad y sus causas más comunes en España
La frecuencia de esta modalidad de propiedad en España es alta, por lo que se trata de un trámite que está a la orden del día, aclarando que la causa más común de la copropiedad de una vivienda es la herencia. La cual ante el fallecimiento del dueño permite que se produzca una sucesión de bienes hacia varios herederos. Manteniéndose por regla general que la vivienda quede en manos de sus descendientes directos o de los herederos en caso de existir testamento.
Además de la obtención y compra de bienes inmuebles de forma conjunta por parte de parejas de hecho o a través de varios inversores, con la finalidad de rentabilizar las viviendas mediante negocios inmobiliarios. En fin, una modalidad que, aunque no lo parezca, es de amplio uso en España y que permite que más de una persona sea dueña de una vivienda, compartiendo derechos y obligaciones a partes iguales.