Con el paso del tiempo, las paredes de nuestro hogar tienden a acumular polvo, suciedad y manchas que afecten su apariencia, en especial si se tratan de superficies blancas, o bien, si están ubicadas en un área muy concurrida, como pasillos y escaleras, o en exteriores. Así pues, nuestras paredes parecen un imán para huellas de manos, manchas dejadas por nuestras mascotas al frotarse en ellas, marcas de muebles y manchas de humedad. Incluso, si tenemos niños pequeños en casa, a veces las paredes pueden convertirse en su lienzo favorito para dejarse llevar y mostrar sus habilidades artísticas. A pesar de ello, esto ya no tiene por qué ser un motivo de dolores de cabeza para ti, pues, existe un ingrediente casero que te ayudará con la limpieza de estas superficies.
Este truco infalible para eliminar las manchas en las paredes de tu hogar es el bicarbonato de sodio. Este producto es reconocido por su gran versatilidad en la limpieza de diferentes superficies en nuestra casa, desde la cocina y la nevera hasta nuestra bañera y suelos, es capaz de acabar con toda la grasa, suciedad y gérmenes en estas áreas. Además, es muy fácil de conseguir en los supermercados a un precio económico. Así que, no pierdas más el tiempo y conoce como dejar tus paredes impecables y relucientes con este ingrediente natural.
Cómo limpiar tus paredes con bicarbonato
El bicarbonato de sodio, o bicarbonato sódico, es un producto totalmente natural que viene en polvo y cuenta con propiedades blanqueadoras y desinfectantes. Si a todo esto sumamos que actúa como un abrasivo suave, vemos que este ingrediente es un excelente aliado a la hora de quitar manchas de suciedad, grasa y moho de tus paredes sin dañar la superficie. Además, al mezclarlo con vinagre blanco forma una potente combinación de limpieza que dejará estas superficies como nuevas al desintegrar la suciedad más incrustada. Ahora bien, apunta todo lo que debes hacer para aplicar este remedio casero y dejar tus paredes espectaculares.
¿Qué vamos a necesitar?
- 1/4 de taza de bicarbonato.
- 1/2 taza de vinagre.
- 4 litros de agua.
- Esponja o paño de microfibra.
- Recipiente.
Pasos a seguir
Acondiciona el espacio
Antes de iniciar con el procedimiento de limpieza en sí, necesitamos preparar el espacio donde trabajaremos. Para ello, debes despejar la habitación moviendo tos los muebles, cuadros, sillas, mesas y demás mobiliario que podría ensuciarse o estorbar durante la limpieza. Asimismo, debemos colocar suficientes hojas de papel periódico, o bien toallas absorbentes, en el suelo para evitar desastres. Seguidamente, sacudiremos la pared con ayuda de un plumero o un paño para retirar todas las partículas posibles de polvo, telarañas y suciedad.
Aplica la mezcla de limpieza
Con todo ya preparado, es momento de hacer la mezcla que usaremos para limpiar. Para ello, debemos mezclar en un recipiente el agua, el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco. Revolvemos hasta disolver completamente todos los ingredientes. Luego, impregnamos una esponja con esta solución y empezamos a pasarla por las zonas con manchas en nuestra pared. Debes limpiar de arriba hacia abajo realizando movimientos circulares, así como frotar con suavidad para evitar desprender la pintura. En caso de un rayón de lápiz, te aconsejamos realizar una pasta con bicarbonato y un poco de agua, aplícala sobre el área afectada y frota hasta eliminar la marca por completo.
Este truco es eficaz en varios tipos y colores de pared, pero, en caso de no ser blanca, te recomendamos hacer una prueba antes en una pequeña sección poco visible de la pared. Esto se hace con el fin de evitar cualquier sorpresa desagradable, ya que, esta mezcla puede ser agresiva en algunos materiales.
Aclara y deja secar.
A continuación, debemos humedecer un paño de microfibra, o una esponja nueva, asegurándote de exprimirla bien para eliminar el exceso de agua. Luego, la utilizaremos para limpiar toda la superficie y quitar todos los restos de suciedad y bicarbonato. Este paso es sumamente importante, ya que, a pesar de ser un excelente aliado de la limpieza, dejar residuos de bicarbonato en nuestra pared puede hacer que ciertos materiales se deterioren rápidamente con el paso del tiempo y los brillantes y saturados colores de tu pintura se aclaren.
Finalmente, usaremos una toalla absorbente para secar todas las zonas con charcos de agua en el suelo y excesos de humedad en la pared. Seguidamente, debemos dejar todas las ventanas y puerta abiertas para permitir que entre suficiente aire y que la pared pueda secarse completamente ¡Y ya está! Tus paredes ya no tendrán imperfecciones y se verán como recién pintadas.