Una gran cantidad de personas recurren a las hipotecas como el único recurso para comprar una vivienda cuando no existen ahorros, una solución habitacional que es ampliamente buscada gracias a que permite adquirir una vivienda y pagarla a largo plazo. En la actualidad existen varias opciones disponibles y tienen relación directa con el tipo de interés al que están ancladas, siendo las más comunes las del tipo fijo, variable y mixtas.
Al ser créditos a largo plazo es posible que puedan ocurrir una gran cantidad de cambios a lo largo de tiempo de la duración del contrato hipotecario, por lo que se han creado los necesarios mecanismos para hacer frente a cualquier eventualidad. Existiendo un mecanismo llamado ampliación de la hipoteca, el cual permite aumentar el plazo del préstamo hipotecario o en su defecto ampliar el capital del crédito.
Ampliando la hipoteca de la vivienda
La ampliación de la hipoteca de vivienda es una solución genial y sumamente benevolente para paliar problemas relacionados con la planificación de las cuotas a pagar o con relación al capital obtenido. Pero aunque es una solución ampliamente utilizada, es importante mantener el mayor conocimiento con respecto a los aspectos que rigen a este tipo de modificación hipotecaria.
Es relevante que el titular de la hipoteca tenga el pleno conocimiento con relación a la ampliación de la hipoteca, este es un mecanismo que en muchos casos es una verdadera salvación para paliar cualquier eventual problema económico. Pero también implica ciertos riesgos, como por ejemplo una mayor carga de duración de la hipoteca o en su defecto de las cargas y cuotas a ser pagadas mensualmente.
Conociendo las implicaciones de ampliar la hipoteca de vivienda
Ampliar la hipoteca implica un cambio en las condiciones del contrato firmado con el banco y estas modificaciones generalmente hacen referencia a un par de posibles intenciones. La ampliación del importe prestado por el banco y que deberá ser devuelto en el mismo plazo de tiempo originalmente pactado, pero pagando cuotas más elevadas.
La otra opción disponible es la de alargar el periodo establecido inicialmente para la correcta amortización del crédito hipotecario y por supuesto una disminución en las cuotas de la hipoteca. Esta operación es llamada “novación” y es ampliamente favorable para los clientes, porque se pagarán menos gastos que con una subrogación o con la contratación de un nuevo crédito.
¿Ampliación del capital o ampliación del plazo?
La ampliación del capital de la hipoteca: Es una solución interesante cuando se requiere financiación extra para lanzar un proyecto personal (comprar un coche, invertir en un negocio, reformar la vivienda). Aquí es importante la valoración de la totalidad de los intereses a ser abonados y se debe calcular la cuota final que se tendrá que pagar para verificar si es posible hacerle frente al gasto.
La ampliación del plazo de la hipoteca: Es una solución perfecta para cuando se atraviesa una situación económica de mayor delicadeza y donde se requieren cuotas más bajas. En esta oportunidad el cliente finaliza pagando más intereses, sin ampliar el capital, evidentemente porque el tiempo de duración del préstamo se alarga.
Los gastos de ampliar un préstamo hipotecario
Los gastos asociados con la ampliación de la hipoteca deben ser estimados y tomados en consideración, es importante mirar y analizar el contrato hipotecario y llevar a cabo las respectivas consultas relativas a la novación, aquí es normal que se tenga que hacer frente a las comisiones por novación, los gatos de notaria, la gestoría y la tasación (esta última solo aplica bajo la modalidad de ampliación de capital).
Cumplir los requisitos del banco para ampliar la hipoteca
El banco está en la plena potestad de negar la novación de la hipoteca, por lo que para mejorar y ampliar las opciones es importante tomar las previsiones relativas con respecto a: Estar al corriente con los respectivos pagos y deudas relacionadas con el banco y mantener la máxima capacidad económica para lograr hacer frente a los pagos obligatorios de la hipoteca.
Mantener un plan B
Con todo lo anterior perfectamente tomado en consideración, es posible que el banco no apruebe ninguno de los tipos de ampliación de hipoteca. De allí que sea importante mantener un “Plan B” para disfrutar de un financiamiento extra que no venga directamente de la institución financiera. Dentro de este universo de alternativas está la de conseguir un crédito personal, una nueva hipoteca o recurrir a una subrogación hipotecaria.