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La hipoteca de vivienda perfecta para las parejas

Los bancos prefieren otorgar hipotecas a las parejas dado que se reducen los riesgos.

La hipoteca compartida es perfecta para las parejas

Las hipotecas de vivienda son instrumentos salvadores para que muchas personas carentes de ahorros puedan acceder a la oportunidad de tener vivienda propia. Son amplias con relación a sus tipos para lograr satisfacer un amplio universo de necesidades y ampliamente flexibles para adaptarse a muchas situaciones personales. Convirtiéndose en una de las opciones de crédito más buscadas por todos aquellos que piensan en invertir en el sector vivienda.

Dada su extensa variedad de modalidades, es posible que se complique conocer toda la nomenclatura que tiene que ver directamente con este recurso financiero, pero cuando se trata de la contratación de una hipoteca de vivienda en pareja es importante conocer al menos a la hipoteca compartida. Una situación que enlaza a la pareja más allá de los sentimientos, al lograr una perfecta unión en las deudas económicas y en la propiedad de la vivienda.

El funcionamiento de la hipoteca compartida de vivienda

La firma de una hipoteca con un único titular es ya de por sí un acto complicado donde intervienen innumerables factores y variables a tener en consideración, así que la compra de una vivienda por una sola persona supone el hecho de tener ahorros de dinero y aunque es común que sea una sola persona la que asuma el riesgo del crédito hipotecario, está la modalidad donde ambos (pareja) se responsabilizan ante el banco en asumir la titularidad del crédito hipotecario.

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Los bancos prefieren estas hipotecas y es posible conseguir mayores recursos

El auge de las hipotecas compartidas ha ido en crecimiento, lo que es un claro indicador de que las nuevas parejas están decidiendo aventurarse en la solicitud de hipotecas compartidas con la finalidad de lograr optar a una casa propia y compartir los gastos referentes al pago de las cuotas del préstamo. Además, las entidades financieras son partidarias de este tipo de créditos, por la sencilla razón de que existen menores riesgos al tratarse de un par de titulares.

Responsabilidades ante una hipoteca compartida de vivienda

Es importante reconocer que ante una hipoteca compartida ambos titulares son dueños y propietarios del inmueble, por lo que cada uno tiene por separado y de un modo individual una cuota establecida en la escritura de la hipoteca. Acá se establece con lujo de detalles el porcentaje que paga cada uno de los titulares, pero recordando que la responsabilidad ante un impago es compartida.

Pros de contratar una hipoteca compartida

Mayor facilidad de aprobación de la hipoteca: Los bancos prefieren que una hipoteca este a nombre de un par de personas solicitantes, de allí que sea más sencilla la concesión de una hipoteca compartida, porque existirá una mayor solvencia económica de una pareja, que cuando se trata de la modalidad individual.

Los préstamos serán de una mayor cantidad: Un par de titulares ofrece al banco una mayor capacidad de endeudamiento, siempre y cuando la cuota de la hipoteca de vivienda no supere el 35% de los ingresos de ambos solicitantes. Lo que indica que es posible lograr acceder a un préstamo de mayor cuantía para adquirir la casa deseada.

Una mayor tasa de seguridad: Cuando se trata de dos titulares, la tasa de seguridad se multiplica al momento de hacer frente a los respectivos pagos y los riesgos asociados con los impagos tienden a reducirse drásticamente. Lo que se traduce en que las entidades financieras logren ofrecer mayores financiamientos cuando se trata de hipotecas compartidas.

En caso de separación de la pareja hay multitud de soluciones con el banco

Contras de las hipotecas compartidas

La anulación de la hipoteca: En el hipotético caso de que uno de los titulares quiera abandonar la hipoteca será más complicado que ante una hipoteca única. Recuerda que el banco concedió la hipoteca considerando que se trataba de un par de titulares, por lo que posiblemente se tenga que llevar a cabo una renegociación de las condiciones de la hipoteca con el banco.

No poder pagar las cuotas: Indiferentemente de las razones (separación, pérdida de trabajo, enfermedad) para que una de las partes no logre seguir pagando sus cuotas, es importante reconocer que uno de los titulares tendrá que hacerse cargo en solitario de la hipoteca. Este es un riesgo que ambos deben tener claro y, por lo tanto, se requiere de estabilidad y solvencia económica y laboral.

La separación de la pareja: Cuando exista una separación es posible consentir un trío de posibles soluciones legales, una de ellas es la venta de la vivienda a un tercero y con parte del dinero saldar la totalidad de la deuda con la entidad financiera. También es posible cancelar la hipoteca o que uno de los titulares compre la otra parte de la vivienda y como opción final está la de hacer una disolución de condominio.

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