La inversión en vivienda es un paso obligado para muchos y es que en una gran cantidad de casos significa la independencia de los padres o en su defecto una oportunidad de oro para generar dividendos en un sector que actualmente está en auge. Pero siempre estará la pregunta obligada ¿Es posible invertir en vivienda con pocos recursos económicos?, una pregunta que ronda la mente de muchas personas con inmensas ganas de invertir en el sector inmobiliario.
Muchos creen que las inversiones inmobiliarias están limitadas y destinadas a personas ricas, a los grandes inversionistas, a los grandes tenedores o a los gigantescos y voraces fondos de inversiones. Lo cierto del caso es que invertir en una vivienda de alquiler es una alternativa que es más accesible de lo que parece y hasta es posible desarrollarla con pocos recursos o ahorros y obtener una excelente tasa de rentabilidad.
El dinero necesario para invertir en vivienda
Para lograr una inversión en vivienda con pocos ahorros tienes que seleccionar muy bien tanto la vivienda como la zona de ubicación, para garantizar una perfecta y adecuada correlación entre la calidad del inmueble, la ubicación y el monto de la inversión. Es importante que puedas tener mucha claridad con respecto a la realidad y a los deseos personales, es decir, la inversión tiene que estar controlada por una gran capacidad de ajustarse a la realidad.
La recomendación de los expertos de las diversas agencias inmobiliarias es la de disponer de una inversión mínima que debe situarse al menos en los 30.000 euros para viviendas o pisos con valores que no superen los 80.000 euros. Una idea bastante precisa para lograr cálculos con relación a inversiones que involucren inmuebles de mayor valor.
Financiando la inversión en vivienda
Tomando el caso anterior y manteniendo la certeza de disponer de ahorros por el orden de los 30.000 euros para una vivienda de 80.000, es de suponer que existirá una hipoteca para lograr conseguir el resto del capital para la inversión. Un proceso al que se llama apalancamiento financiero y que evidentemente implica un endeudamiento que será proporcional en riesgo a medida del tamaño de la deuda.
Tratándose de una inversión relacionada con una vivienda para alquiler, los riesgos asociados son bajos gracias a que por regla general se destinarán los pagos de las cuotas del alquiler para pagar las respectivas cuotas de la hipoteca de vivienda. Con un eventual margen de beneficio, lo que entrega una excelente rentabilidad tanto a mediano como a largo plazo, pero con la atenuante de que la vivienda debe estar siempre disfrutando de estar bajo la condición de alquiler.
Máximo rendimiento de la vivienda con pocos ahorros
Iniciar con pocos o bajos ahorros no es una limitación para disfrutar de rentabilidades que sean catalogadas de excelentes, pero para conseguirlo se debe disponer de ciertos conocimientos relativos al mercado inmobiliario. Es indispensable conocer al menos sus tendencias y sus principios básicos, como una excelente garantía de aumentar en las opciones de acertar en la elección de la vivienda en la cual invertir.
Las alternativas aquí son amplias y es posible que el inversor tenga que decidir si invertir en una vivienda nueva o en una de segunda mano, si es mejor un piso o una casa, la importancia de elegir un piso con o sin ascensor y por supuesto la ubicación, donde el barrio y el municipio tienen una marcada influencia en el precio de la vivienda y en la posibilidad de influir en la rentabilidad que la misma puede ofrecer.
También es importante que el inversor pueda visualizar y llevar a cabo una proyección a futuro, incluyendo posibles gastos y beneficios. En la web existen las llamadas calculadoras de rentabilidad, un recurso ampliamente valioso para estos casos específicos en los cuales se requiere de la máxima ayuda posible para evitar ser presa de incontables variables relacionadas con la inversión en vivienda y para analizar los pros y los contras de las opciones disponibles.