Mi estación favorita del año es el verano, sin lugar a dudas. A pesar de que no a muchas personas les guste el calor ni sentir el sol en la piel, la verdad es que me encanta abrir las ventanas y disfrutar del aire libre en la libertad de la terraza. Sin embargo, no resulta sorpresivo que, tras meses de frío, hayamos descuidado un poco la limpieza y labores domésticas en el exterior y otras áreas dentro en las que se ha acumulado la suciedad.
Si quieres estar listo/a para la llegada de la temporada del año en donde sube la temperatura y el jardín es la estancia más concurrida, ten presente que en esta época aparece más polvo y el aseo es más constante. Para aligerar un poco la carga, hoy quiero revelarte los trucos de limpieza para preparar la casa para el verano que me han ayudado a mantener el hogar limpio y ordenado por más tiempo. ¡Manos a la obra!
Cómo limpiar la casa en verano: Tips y recomendaciones para dejarla impecable
Aunque cada estación tiene sus rasgos positivos, los días cálidos tienen su ventaja sobre los fríos del invierno, pero lo que sí tienen en común es que todos requieren una pertinente higiene y limpieza profunda. De hecho, muchos prefieren limpiar a fondo tras cada cambio de estación, ya que es posible llegar a los rincones más ignorados y olvidados en las rutinas de aseo. Apunta estos trucos para lograr una limpieza y organización eficiente ante la llegada del verano:
Acaba con el polvo
En el verano aumenta la presencia de polvo y ácaros, esto se debe principalmente a las elevadas temperaturas y la humedad constante en estos meses. Una buena solución es pasar la aspiradora una vez por semana en alfombras, cortinas, sillones, sofás, cojines, mantas y en la cama de la mascota, luego de esto, aspira o barre el suelo ¡Sí, aspirar y luego barrer es el orden correcto!
Aprovecha y limpia las ventanas, vidrios y persianas
Tras permanecer cerradas por largos meses de frío, habrás notado lo sucias que están. Una buena técnica para dejarlas impecables es limpiarlas con una solución de agua tibia, vinagre y jabón con ayuda de un mojador y recoge la humedad con una bayeta de microfibra y un mango telescópico. ¡También funciona en espejos!
Lava las cortinas
Al igual que las ventanas y persianas, las cortinas también almacenan polvo y ácaros responsables de alergias, así que, si no las lavas a menudo, quizás este sea el momento adecuado. Si el tejido es lavable, sigue las recomendaciones del fabricante, retira ganchos y accesorios y llévalas a la lavadora con un programa para prendas delicadas, agua fría y centrifugado corto para prevenir que aparezcan arrugas muy rebeldes.
Lava la ropa de cama, almohadas y aspira el colchón
Si guardas el edredón, lávalo antes de guardarlo y lava las sábanas a temperatura alta (de 60 a 90 °C). Igualmente, lava las almohadas y sécalas en secadora con 2 o 3 bolas de tenis y aspira el colchón por ambas caras antes de colocar las sábanas limpias.
Limpia a fondo la cocina y el baño
Aunque esto lo haces todo el año, desinfecta el baño con lejía y lava las superficies con jabón o de preferencia utiliza un limpiador desinfectante casero (no olvides azulejos, armarios, grifería y espejos). Igualmente, repasa la cocina a diario, evita la acumulación de suciedad y grasa, friega el suelo, revisa la nevera, quita el polvo y limpia el interior de los armarios, la campana, el horno, microondas y otros electrodomésticos que no se usan diariamente.
Desatasca los desagües
Parece un dolor de cabeza, pero es más fácil de lo que crees. Solo debes esparcir bicarbonato y vinagre en el drenaje, dejar que actúen por 30 minutos y luego verter agua hirviendo para destapar el atasco.
No olvides limpiar las lámparas
Esta es una de las labores que más posponemos, pero también es uno de los objetos que más almacena insectos muertos y polvo, que, a la larga, produce emisiones de COV y olores “extraños”. Límpialas con la aspiradora usando un adaptador especial o con un paño de microfibra seco. ¡Asegúrate antes de que esté apagado el interruptor! Nota: Evita a toda costa limpiar con plumero, en vez de recoger el polvo, ¡lo esparce aún más!
Ten presente que el secreto para que la casa se conserve ordenada por más tiempo son las pequeñas rutinas diarias, por eso, ventila a diario todas las estancias, deja el calzado en el recibidor al llegar a casa, guarda los alimentos correctamente tras la compra, trata de aspirar el polvo semanalmente y barre el jardín siempre que puedas. ¡Tu casa se mantendrá impoluta!