Con un mercado de vendedores de vivienda en pleno auge, siempre está en el ambiente la pregunta obligada de ¿Cuál es el mejor momento para vender un piso? Y es que podría decirse que lo ideal sería vender ahora mismo, pero también está la opción de esperar un poco más. Lo cierto es que el mercado de la vivienda es algo que va más allá de la simple oferta y la demanda relativa a la compraventa de la vivienda.
La estacionalidad de los mercados es una situación que es relevante, al igual que las diversas temporadas que se mantienen a lo largo de todo el año, donde confluyen periodos de aceleración y desaceleración en dependencia de muchos otros factores. Hoy día, en la era digital el negocio inmobiliario se ha transformado y el 96% de los compradores de vivienda utilizan los mercados digitales para la búsqueda de las opciones que mejor satisfagan sus necesidades.
Vendiendo la vivienda en temporada primaveral
Por regla general, se considera que la primavera es la mejor época del año para vender una casa, ya que es una temporada que marca un renacimiento después de la temporada invernal. Y es que las agencias inmobiliarias conocen muy bien de esta situación y por ello aplican los respectivos correctivos para agilizar los trámites basados en esta fecha en particular.
La temporada que va desde la primavera hasta el verano es perfecta para ofrecer una vivienda, porque las casas lucen mucho mejor en estas épocas del año, el césped está impoluto y los paisajes están en flor. Ya que el atractivo exterior es de suma importancia en los mercados urbanos, mientras que en las ciudades donde existen edificios de gran altura, es un factor de mayor importancia la ubicación de la propiedad.
El verano para la venta de la vivienda
El verano en promedio logra una desaceleración del mercado de la vivienda, por la simple razón de que las personas lo toman como un momento de relajación, de descanso y de vacaciones para disfrutar del clima cálido. Pero esto evidentemente es un arma de doble filo, ya que los compradores que aparecen en esta temporada mantienen las más elevadas posibilidades de cerrar un trato.
Este tipo de propiedades inmobiliarias suelen mantener precios elevados en esta época del año, puesto que se aprovecha la selectividad que mantienen los potenciales clientes, mientras que al ser los días más largos se facilita la muestra de las viviendas a los potenciales compradores. De allí que el verano también tenga sus atributos para la efectiva venta de un piso.
La influencia del otoño en el mercado inmobiliario
El otoño es una temporada complicada para la compraventa inmobiliaria y es que puede representar una perfecta mezcla de otras, si se vive en un clima estacional es posible que tenga sentido incluir la muestra de la casa antes de que arribe el mal tiempo. Aunque las personas interesadas podrían pensarlo mejor y pausar esta búsqueda para concentrarse en el nuevo año escolar o en caso contrario acelerar la decisión para comenzar el nuevo año en casa nueva.
La temporada navideña en promedio es nefasta para los vendedores, sobre todo para aquellos que están reformando sus propiedades para mostrarla en plenitud de condiciones a los clientes interesados. Y los compradores también son partícipes de que estarán en la búsqueda de cerrar un trato, conociendo las circunstancias de que los vendedores están desesperados por finalmente deshacerse del aviso de “Se Vende”, colgado en sus viviendas.
El invierno como alternativa de compraventa de un piso
Cuando la vivienda está ubicada en un clima cálido, las estaciones son de poca importancia, pero cuando se involucran los inviernos, la situación tiende a cambiar radicalmente. Ya que se coloca un freno literalmente hablando a muchas actividades que por regla general y en otras temporadas son cotidianas. Es aquí donde las visitas virtuales hacen su apoteósica aparición para conseguir ventas de viviendas en esta ruda época del año.
Cotización, ubicación y tipo de vivienda son fundamentales para acertar con una venta de una vivienda en invierno, pero es ampliamente dificultoso estimar el rumbo a tomar del mercado de la vivienda. Y más aún en estos tiempos de convulsiones económicas y de crisis, en el cual la vivienda ha logrado sortear los muchos obstáculos establecidos y mantenerse como una opción válida para invertir, tanto en la compraventa como en el mercado de alquiler.