Por más atentas que seamos a todo lo que engloba la limpieza y el mantenimiento del hogar, siempre hay alguna tarea doméstica que se escapa del radar, en mi caso, siempre olvido revisar el refrigerador, tirar lo que no sirve y limpiarlo. Lamentablemente, lo hago muy poco y siempre termina hecho un verdadero desastre que pareciera gritar: ¡Auxilio!
Si también te sucede lo mismo y entre tantos quehaceres, trabajo, estudio o el cuidado de los niños descuidas esta área de la cocina, sigue leyendo esta guía para ordenar la nevera correctamente y así optimizar el espacio en su interior, tener lo necesario a la mano y que los alimentos no se dañen antes de tiempo. ¡No más comida desperdiciada!
9 consejos para ordenar mejor la nevera y conservar más tiempo la comida
Aunque no lo creas, guardar de forma errónea los alimentos en el frigorífico es uno de los motivos más frecuentes por el cual se descomponen los alimentos y no se conservan frescos el tiempo que realmente deberían. Fíjate en estos pequeños gestos que contribuyen a mantener en buen estado todo lo comestible dentro de la nevera:
- Aprovecha el espacio en el interior del refrigerador, guardando solo cosas que sí requieren frío para preservarse, es decir, saca los enlatados o alimentos sellados que no necesariamente necesiten enfriarse.
- No compres recipientes redondos, mejor invierte en cajas plásticas con tapa (rectangulares o cuadradas). De esta forma, podrás sacarle provecho a cada rincón e incluso amontonar un tupper o contenedor sobre otro.
- No guardes las sobras en ollas, preferiblemente almacénalas en recipientes más pequeños o en bolsas con cierre.
- La carne, pollo, pescado y alimentos crudos que se cocinarán pronto, deben colocarse con doble bolsa y en un plato en el estante más bajo del refrigerador para prevenir derrames y contaminación cruzada. En esta zona también puedes colocar frutas o verduras que ya han sido cortadas.
- En el centro, guarda los lácteos y la carne ya cocida, jugos y el agua. Finalmente, en el estante superior, deja las sobras que se comerán más tarde o al día siguiente
- Guardar las frutas y vegetales más húmedos fuera de bolsas plásticas, bien secos y dentro de los cajones, con el fin de prevenir la humedad y que se mantengan en buen estado.
- Los comestibles líquidos (mermeladas o salsas) en la puerta o en estanterías que puedan extraerse con facilidad, así será más fácil limpiarlas.
- Si quieres guardar los huevos dentro de la nevera, hazlo en su mismo cartón. De esta forma, evitas que derrames en caso de que rompa alguno y se conservan frescos y sin malos olores.
- Guarda en el freezer lo que no uses de inmediato, por ejemplo, hierbas, vegetales picados como pimentón o ají, carnes crudas de reserva e incluso la leche en su cartón, ¡puede aguantar hasta 3 meses completos!
- Haz un mantenimiento preventivo cada semana, deshazte de lo que esté estropeado y limpia con agua y un poco de vinagre blanco o bicarbonato de sodio para eliminar olores desagradables. Una vez libre de todo rastro de mugre, cubre las superficies con papel de cocina para prevenir que llene de suciedad pegajosa o derrames.
Si sigues al pie de la letra estos prácticos consejos, notarás que, en definitiva, la comida se mantiene fresca gracias a los pequeños actos rutinarios y la manera en la que organizas tu frigorífico. ¡Pruébalo tú mismo/a!