Los préstamos hipotecarios representan una gran tajada del dinero que se invierte para la compra de las viviendas. Pero la inestabilidad del Euríbor como medida e indicador de referencia para las cuotas mensuales y el endurecimiento de las condiciones y de los requisitos de las instituciones financieras para otorgar y aprobar las hipotecas, son los responsables de que muchas personas opten por alternativas diferentes a los tradicionales bancos.
La familia siempre se ha destacado por ser un pilar fundamental cuando de una necesidad se trata y los préstamos personales entre familiares están siendo utilizados como una fórmula eficiente para enfrentar los altos intereses de las hipotecas actuales. Un préstamo directo entre familiares puede gozar de un interés nulo o de 0%, convirtiéndolo en una opción altamente llamativa, pero que requiere de unos pasos obligatorios para evitar problemas a futuro.
Préstamos entre particulares para invertir en vivienda
Acudir en ayuda de un familiar es una decisión casi que obligatoria cuando se requiere y más aún cuando se trata de un rescate financiero, pero hay que tener cautela y conocer al detalle el debido y necesario protocolo porque podrían aparecer problemas relacionados con impuestos e involucrar a organismos como la temida Hacienda.
Y es que hay diversos mecanismos para tratar legalmente con los tributos, por lo que esta situación podría confundirse con una donación o con un préstamo normal y activar los respectivos protocolos para que Hacienda solicite el gravamen sobre la cantidad prestada. Lo que supondría un problema de una escala en la que nadie quiere verse involucrado y mucho menos si se trata de los impuestos y los intereses del estado.
El préstamo y la donación para la vivienda
Los créditos entre familiares son en la actualidad los responsables de movilizar millones de euros e involucran a familiares directos o a amistades cercanas, lo que ha generado una avalancha de pensamientos en los entes regulatorios, quienes ahora buscan una manera eficiente y equitativa de regularlos y controlarlos. Y es que desde el punto de vista de Hacienda, se trata de una posibilidad cercana y muy real de conseguir fraude ante esta institución.
Los préstamos no son exclusivos de los bancos, ya que los mismos pueden ser gestionados con o sin intereses y con la premisa de esperar al menos la devolución del capital prestado, en dependencia de quien ofrece el crédito (entidad bancaria o un conocido). Una acción que está incursa dentro del (ITPAJD) Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
En contraparte, la donación es una acción donde se entrega el dinero sin esperar ningún tipo de devolución. Un mecanismo de ayudas que generalmente se da entre familias y sobre todo entre padres e hijos y las mismas tributan según la Ley 29/1978, relacionada con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y que mantiene sus variables en dependencia de la Comunidad Autónoma en la cual se aplique la jurisdicción.
La legalidad más allá de la confianza
Recurrir a la financiación sin necesidad de contratar los servicios de una entidad financiera es un acto de plena confianza entre las partes, pero lo correcto es la formalización de un contrato para que las partes involucradas puedan protegerse de salir perjudicadas. Es aquí donde un contrato firmado es una de las mejores opciones para justificar el movimiento de dinero entre las personas y mucho mejor si se lleva a cabo ante notario, para garantizar transparencia y legalidad.
Cuando se trate de un interés nulo o mucho menor que el de los bancos se debe dejar constancia en el contrato y aunque los préstamos entre particulares están regulados por el (ITP) Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, es importante destacar que cuando no implica intereses entonces la misma Ley lo declara libre de impuestos. Para ello existe el debido proceso y es la presentación obligatoria de la planilla modelo 600, relativa a los préstamos exentos.
Posibles problemas con los préstamos entre particulares
Es posible que Hacienda obligue al prestamista a declarar los posibles intereses recibidos en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y es que podría suponerse que habría cierta retribución con esta operación de crédito. Una situación en la cual la firma de un contrato entre los familiares liberaría de responsabilidades al prestamista y por consiguiente lo libera de pagos.
Otro caso muy común es que Hacienda especule que se trata de una donación encubierta, con la intención de no pagar intereses. Todas las donaciones están plenamente regidas por el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. En este caso particular, la firma de un contrato de préstamo también funcionaria como una liberación de esta suposición y de los respectivos tributos obligatorios por Ley.