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Según el Feng Shui, esta es la mejor iluminación para el hogar

Para esta milenaria filosofía, muchos conflictos energéticos dentro de la vivienda encuentran solución con la luz correcta en cada estancia

Uno de los significados más reconocidos de los vocablos Feng Shui es «viento y agua”, que es una descripción metafórica del movimiento y la presencia de la energía. Desde los orígenes del Feng Shui hasta nuestros días, hemos seguido sus preceptos para mejorar nuestra convivencia con nuestro entorno y equilibrar la energía del espacio que nos rodea. En cuestiones del hogar y sus energía, el Feng Shui también tiene mucho que decir, ya sea en la disposición de los muebles, el color de la paredes…, o en la iluminación.

En el Feng Shui, como es lógico, la fuente primaria de iluminación es la luz del sol. No obstante, con los avances arquitectónicos y otras tendencias en construcción y diseño, la luz eléctrica ha ocupado el lugar de los rayos del sol, aunque hay que recordar que la luz y todos los objetos que utilizan energía eléctrica representan la energía del elemento fuego dentro de la casa, así que hay que tenerlos bien balanceados para que no rompan la armonía del resto de elementos.

Luz neutra, controlada y sin espacios en penumbra

Por ello, esta filosofía aconseja que en nuestra casa la luz debe ser lo más neutra posible además de controlada, ni demasiada ni muy poca, y no debe haber espacios oscuros porque crean estancos energéticos. Dejando de lado que cada habitación tiene necesidades distintas en cuanto a iluminación, hay que vigilar que estén iluminadas naturalmente el mayor tiempo posible, y cuando lo requiera, colocar las luces adecuadas, que aporten calidez, confort y seguridad.

salón rústico con diferente iluminación

En función de cada habitación, tiene algunas recomendaciones. Por ejemplo, en el salón, dado que es una de las habitaciones principales en cualquier casa, se recomienda vigilar bien la iluminación. Se trata de una estancia para relajarse y recibir a las visitas cómodamente, por lo que es ideal una luz central tipo ojo de buey con intensidad media. Como adorno puedes poner alguna farola de bejuco, bambú o metal delgado para dar una sensación de calidez y comodidad.

Un inconveniente de este tipo de iluminación es que, si la sala es una habitación amplia no llegará a todos los rincones. Puedes resolverlo con lámparas de pie de materiales como madera o bambú para no romper la armonía que creaste con la luz principal. Además, si son lámparas de antorcha o con luz ascendente, desbloquearás cualquier sombra que se pueda proyectar en el techo. Recuerda que todas las bombillas deben ser de iluminación tenue puesto que esta área del hogar está diseñada para actividades de bajo impacto, como la lectura, el descanso o la charla amena.

En cuanto al espacio de trabajo, el Feng Shui recomienda lámparas con luz de día, es decir, la iluminación debe ser de espectro completo y uniforme de modo que, mientras trabajas, tu sistema no se altere con los cambios de la iluminación natural a la artificial. Esta debe propiciar un grado de actividad alta, concentración bien enfocada y energía a tope, por lo que el Feng Shui se inclina por la iluminación de pared dirigida a tu escritorio. Has de cuidar también otros aspectos como plantas o los elementos decorativos, ya que cualquier desbalance en la energía puede ser causante de distracciones. Una iluminación clara y firme es lo ideal.

En el dormitorio, por su parte, se debe dar prioridad a la calidez y al descanso. Por ello, el Feng Shui recomienda luces muy tenues en brillo y voltaje. Aconseja jugar con las lámparas de pie o de mesa y descarta la iluminación de pared y techo. Lo mejor es tener el control manual de la iluminación de tu habitación, pero si no te es posible, cuida que dentro de tu área de descanso no haya luces claras, brillantes, led, blancas o de colores. Ninguna de estas opciones es recomendable, ya que desequilibran la energía de la estancia e impiden el sueño.

Descartadas quedan las luces de techo, pues estas no permiten el descanso y a la larga provocan problemas en la vista. Un par de pequeñas lámparas al lado de tu cama son suficientes si consideras que tu habitación es únicamente para descansar, o quizá para leer un par de líneas antes de dormir. No necesitas una luz potente para tales actividades. Tu sueño y tu descanso lo agradecerán enormemente.

Finalmente, la entrada. Si el Feng Shui cuida desde el color de la puerta de entrada hasta el tipo de planta que colocas en el recibidor, imagina lo importante que es la iluminación. Lo que aconseja esta filosofía es que sea luz clara y blanca, de preferencia bombillas de luz de día, y si te es posible, que se mantenga encendida toda la noche, esto ayuda a que la energía se mantenga fluyendo en tu hogar. Lo ideal es que coloques dos bombillas en lugar de una central, pero eso puede quedar a tu gusto.

Para el Feng Shui muchos conflictos energéticos dentro del hogar encuentran solución con la iluminación, pues como mencionamos antes, la iluminación es una representación del elemento fuego, uno de los más poderosos de la energía vital. Como consejo extra, al Feng Shui no le gustan las luces demasiado brillantes, las luces en habitaciones que no estamos ocupando, o las luces que penden demasiado bajo del techo. Al cuidar estos pequeños detalles, teniendo en cuenta las necesidades de cada habitación y las actividades que realizas, tu energía y la de tu hogar se mantendrán en balance y armonía.

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