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Si el arte fuera un mueble, sería la mesa de centro Noguchi

Compuesta por solo tres elementos, esta mesa fuerte y duradera fue creada en 1939 para el presidente del Museo de Arte Moderno de Nueva York y en 1973 se convirtió en una pieza coleccionable

El equilibrio perfecto entre el arte y los muebles tiene nombre propio: la mesa de centro Noguchi. Creada por el escultor y diseñador industrial norteamericano Isamu Noguchi, es la joya de la corona de toda su producción de mobiliario. De padre japonés y madre americana, el artista nacido en 1904 en Los Ángeles trataría de traer la esencia minimalista y escultórica oriental, a Occidente y llevar la belleza y el arte a los hogares y oficinas.

Noguchi creó esta mesa distintiva uniendo una base curva de madera con una tapa de vidrio de forma libre. El resultado etéreo no menoscaba el diseño práctico: una mesa fuerte y duradera. Esta combinación de forma escultural y función cotidiana ha hecho de la mesa Noguchi un elemento sencillo y hermoso en hogares y oficinas desde su introducción en 1948. Su sólida base viene en una variedad de opciones de madera: nogal, una de las versiones originales desde el lanzamiento de la mesa; negro, que evoca una sensación de modernismo atemporal; roble blanco y fresno blanco.

Compuesta por sólo tres piezas, fue creada para el presidente del Museo de Arte Moderno de Nueva York

La mesa está compuesta solo por tres piezas. Una tapa de vidrio plano de 1.9 cm se apoya sobre dos patas curvas de madera maciza que se entrelazan para formar un trípode para un apoyo con autoestabilización. El delicado equilibrio no es sorprendente, dado que desde 1942 hasta su muerte en 1988, Noguchi diseñó todas las escenografías de la coreógrafa Martha Graham. A pesar de su aspecto delicado, es una mesa sólida, perfectamente equilibrada y duradera. También tiene un buen tamaño: 40 cm de altura, 1.27 cm de largo y 91 cm de profundidad.

mesa noguchi clara original en salón

Fue creada por el artista en 1939 para Conger Goodyear, presidente del Museo de Arte Moderno de Nueva York y presentada al público general por Herman Miller ocho años después. En sus inicios, era producida en madera de abedul, nogal o cerezo, maderas de alta calidad y resistencia. Esta pieza fue fabricada por la casa Herman Miller hasta 1973, momento en el que se convertiría en un mueble coleccionable. Ante la incesante demanda de este clásico de las mesas de café, volvió a sacar una tirada de casi medio centenar de ejemplares y en 1984, pasó a formar parte de su línea de producción permanente, «Herman Miller Classics».

Un par de décadas después, en 2002, el Vitra Design Museum produce reediciones de sus diseños en colaboración con la Fundación Isamu Noguchi en Nueva York. Actualmente, podemos encontrar piezas originales de la época o producciones modernas con ambos sellos. A todo ello, debemos sumar los ejemplares inspirados en este clásico que son reproducidos por diversos fabricantes en madera de fresno negro, nogal y arce, disponibles para todo tipo de bolsillos.

Y es que cuando un mueble es tan distintivo y deseado, las imitaciones emergen. Para hacerle saber que la mesa es auténtica, la firma de Isamu Noguchi aparece en el borde más largo de la tapa de vidrio y en un medallón en la cara interna de la base. Debajo del medallón, sus iniciales están estampadas en la base. Como no todo el mundo tiene acceso a estos muebles tan exclusivos, existen firmas de decoración que, por precios más módicos, ofrecen su propia versión de la mesa para que todo el mundo pueda tener en su casa un poco del arte, la belleza y la funcionalidad que predicaba Noguchi a través de sus creaciones.

Noguchi creo su mesa más icónica como venganza por un plagio

La historia detrás de la mesa Noguchi es fascinante, y el propio diseñador la cuenta en su autobiografía. En 1939 fue a Hawái para realizar una publicidad, y allí conoció a (T.H.) Robsjohn-Gibbings, el diseñador de muebles, «que me había solicitado que le hiciera una mesa de café. Diseñé un modelo pequeño en plástico y no tuve noticias antes de irme al oeste”. Cuando habla de “irse al oeste”, Noguchi se refiere a su reclusión, como nipón-estadounidense, en un campo de concentración en Arizona durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante su estancia allí, Noguchi dijo que se sorprendió al ver una variación de la mesa del pequeño modelo que había hecho para Robsjohn-Gibbings publicada como una publicidad del diseñador inglés. Cuando, a su regreso, se quejó, Robsjohn-Gibbings dijo, según Noguchi, «que cualquiera podía hacer una mesa de tres patas”. Este, en venganza, creó su propia variante de su propia mesa. Esta «variante” se usó para ilustrar un artículo, escrito por George Nelson, diseñador de Herman Miller, denominado “Cómo hacer una mesa”.

Esta mesa de la ilustración del citado artículo de Nelson se convirtió en su famosa “mesa de café”. En su larga trayectoria de trabajo creativo, Isamu Noguchi diseñó jardines y plazas, fuentes y murales, muebles y lámparas de papel, así como escenografía para la citada Martha Graham. Pero dice que de todos los diseños de mobiliario que creó, la mesa que lleva su nombre representa su único éxito verdadero.

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