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14 maneras en las que el bicarbonato de sodio puede hacer tu vida más fácil

Un polvo casi milagroso que ha llegado al poder de las abuelas para pasarlo de generación en generación.

Existe un producto que no puede faltar en la casa de nuestras abuelas y que es usado como remedio casero para una larga lista de emergencias, desde malestar estomacal hasta mal olor en las axilas. En efecto, se trata del bicarbonato de sodio, el polvo milagroso que no solo sirve para mejorar recetas gastronómicas, sino también para limpiar una gran cantidad de superficies.

Las aplicaciones del bicarbonato de sodio en el hogar son demasiadas y se ha convertido en un aliado infalible de la limpieza en casa gracias a sus propiedades ligeramente abrasivas que limpian y arrancan la grasa y suciedad de raíz, además de eso, es un poderoso desinfectante y funciona como un neutralizador de olores molestos ¿Y lo mejor de todo? ¡Es amable con el medio ambiente!

14 usos del bicarbonato de sodio que te salvarán más de una vez

El bicarbonato es obtenido a partir de la combinación de moléculas de carbono de sodio, hidrógeno y oxígeno, y, en realidad, esta composición en un tipo de sal. Aunque puede parecer exagerado, este producto se acerca a la magia, es seguro, no tiene aroma fuerte, es económico, útil y muy fácil de usar. Con él podrás limpiar el baño, la cocina, utilizarlo en la higiene corporal y hasta combatir insectos.

bicarbonato sodio aplicaciones hogar

Te contamos cómo emplearlo en el hogar y combatir inconvenientes rutinarios que comúnmente solucionas con sustancias químicas. Sencillo, rápido ¡Y ecológico!

  1. Eliminar hedor en el refrigerador. Además del vinagre blanco, el bicarbonato es estupendo para disipar hedor de alimentos en mal estado, solo debes colocar un recipiente abierto con este polvo en su interior y esperar un par de horas.
  2. Limpiar electrodomésticos muy sucios. Sí, desde el horno, el microondas, la campana extractora o incluso el fregadero de acero. Basta con frotar un estropajo lleno de bicarbonato para sacar la grasa incrustada y mugre adherida.
  3. Aseo de utensilios y menaje de cocina. Desaparece manchas negras de residuos quemados y aceite que no salen con agua jabonosa vertiendo agua caliente y fregando con bicarbonato. ¡Será como pan comido!
  4. Desinfecta y quita manchas en muebles y sofás tapizados, alfombras, colchones y almohadas esparciendo un poco sobre la superficie, esperar que actúe por un par de horas y recoger el polvo residual con la aspiradora o con un cepillo.
  5. Limpia la parrilla y déjala como nueva restregando con un poco de bicarbonato de sodio.
  6. Absorbe manchas de aceite en el concreto, esparciendo en la zona y frotando con un cepillo húmedo para que desaparezca lo máximo posible.
  7. Higieniza la camita de tus mascotas (gato o perro) al espolvorear el sitio, dejar actuar por 20 minutos y recoger con la aspiradora.
  8. Desodoriza el calzado maloliente agregando un poco de este polvo en su interior para que se absorba la humedad y se neutralice el mal olor.
  9. Elimina el moho en las baldosas, esquinas de la bañera, ducha, en el lavabo e incluso en el fregadero, limpiando con bicarbonato y vinagre la zona afectada.
  10. Destapa el drenaje obstruido sin productos químicos tóxicos y caros, agregando 2 cucharadas en el desagüe y luego 2 cucharadas de vinagre blanco. Tapa el drenaje y espera unos minutos que la reacción entre ambos haga efecto, al final, enjuaga con agua caliente.
  11. Úsalo como desodorante casero ecológico, espolvoreando un poco en la axila húmeda. Su efecto neutraliza los ácidos y previene el mal olor del cuerpo durante el verano.
  12. Limpia plata y oro frotando con un cepillo de dientes impregnado con una pasta hecha con agua y bicarbonato, luego pule con un paño seco y observa como queda.
  13. Lava frutas y verduras con un poco de este polvo y elimina la sociedad, bacterias y la capa cerosa del exterior. No olvides aclarar bien al finalizar para retirar todo el producto.
  14. Lávate los dientes y disminuye las manchas cepillándote con una mezcla pastosa hecha con un poco de agua y bicarbonato. Por otro lado, para reducir la halitosis o mal aliento, la solución es lavarte los dientes como de costumbre y mezclar un vaso de agua con una cucharada de bicarbonato, hacer gárgaras y enjuagarte la boca al terminar.

Sin duda este es un producto casero sumamente eficaz y versátil, no solo en lo que corresponde al aseo en casa, sino también la higiene de los alimentos y cuidado corporal. ¡Y créeme, esta no es ni la mitad de la cantidad de usos que puedes darle!

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