La cocina es un espacio que muchas personas disfrutan, es el área donde ponen en libertad su creatividad y se esfuerzan por preparar los más deliciosos platillos. No obstante, luego de hacer sus creaciones, toca limpiar todo el desastre, desde los electrodomésticos hasta los utensilios que ensuciamos. Con la llegada a nuestras vidas de la cocina vitrocerámica, esta labor de limpieza se hizo mucho más sencilla, además de ser una opción mucho más segura en comparación con las estufas de gas tradicionales. A pesar de ello, siempre requiere esfuerzo el mantenerlas relucientes, en especial si hemos tenido accidentes al momento de cocinar y se ha derramado y quemado la comida.
Al ser tan susceptible a rayarse, quemarse y a opacarse con facilidad luego de cada uso, es necesario realizar un mantenimiento cuidadoso y constante. Aunque existen muchos productos comerciales destinados a facilitarte esta difícil tarea y dejar tu vitrocerámica como nueva, estos pueden ser costosos y abrasivos. Pero, existen muchas alternativas con ingredientes naturales y económicos que puedes usar para solucionar este problema. La opción más eficaz es la popular combinación de limpieza: vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Continúa leyendo y conoce cómo usar estos ingredientes para dejar tu cocina reluciente sin mucho esfuerzo.
Paso a paso para limpiar la vitrocerámica
Es importante tener en cuenta que debes realizar este procedimiento cuando la cocina se haya enfriado completamente, ya que de lo contrario podrías quemarte u ocasionar que la esponja que uses se derrita. Sin embargo, no debes dejar pasar demasiado tiempo, ya que la suciedad podría incrustarse haciendo que tu labor de limpieza sea mucho más difícil. Teniendo estos puntos claros y todos los ingredientes caseros, hielo, vinagre y bicarbonato, es momento de poner a prueba el mejor método de limpieza para cocinas vitrocerámicas ¡Apunta todos los pasos!
El truco del hielo
Así es, para iniciar debes pasar un cubito de hielo por toda la superficie de la vitrocerámica. Esto te ayudará a desprender fácilmente la mayor parte de manchas secas que dan mal aspecto a tu cocina. Seguidamente, termina de desprendiendo la suciedad incrustada con ayuda de una rasqueta, y no un cuchillo, una esponja de alambre o herramientas similares, ya que estas podrían arañar la superficie. Así mismo, es importante tener mucho cuidado al usar la rasqueta, pues, no deja de ser una cuchilla y podría rayar el cristal. Asegúrate de tomarla con fuerza en un ángulo de 30º en relación con la vitro.
Vinagre y bicarbonato
Ante la suciedad más difícil de sacar, como restos de comida quemada y adherida a la superficie, lo mejor es usar nuestra potente combinación de limpieza. Para ello, debes mezclar en un recipiente el vinagre y el bicarbonato hasta obtener una pasta no muy líquida ni muy espesa. Aplícala sobre toda la cocina, especialmente en las áreas más afectadas, y deja que actúe durante 20 minutos.
Frota y enjuaga
Transcurrido el tiempo, frota el cristal con ayuda de un paño. Es importante tener en cuenta que, no se recomienda usar estropajos en la superficie de la vitrocerámica, ya que podría generar rayones, es preferible utilizar una bayeta ecológica o, en su defecto, papel de cocina. Limpia la superficie cuantas veces sea necesario para retirar todos los residuos de suciedad y del producto de limpieza ¡Y ya está! Tu vitrocerámica quedará como nueva. En caso de que persista la suciedad de la placa, puedes aplicar más de la mezcla anterior y pasar suavemente la rasqueta otra vez.
¿Cómo dar brillo a la vitrocerámica?
Si no solo deseas que tu cocina este limpia sino con un brillo extra que mejore aún más su apariencia, puedes usar el truco del vinagre. El procedimiento consiste en empapar un paño con agua y vinagre y pasarla por toda la placa realizando movimientos firmes de arriba hacia abajo. Otra opción, es frotar un limón sobre la superficie del cristal y limpiar los residuos con una bayeta. Así, podrás conseguir una vitrocerámica brillante, desinfectada y con buen olor.
¿Qué hacer si tu vitrocerámica está rayada?
Si luego de aplicar todo el procedimiento anterior, notas algunos rayones en el cristal, puedes utilizar otro truco casero infalible para eliminarlos. Para ello, solo necesitarás un producto que seguramente tienes en casa: pasta de dientes. Esparce el producto realizando movimientos circulares sobre toda la superficie de tu cocina con ayuda de una bayeta. Luego, utiliza un paño limpio y húmedo para quitar todos los restos de la pasta. Asegúrate de que no quede ningún residuo, ya que, al encender la cocina podrían quemarse.
Consejos para cuidar tu vitrocerámica
Si bien estos trucos te ayudarán a tener una cocina vitrocerámica reluciente y limpia, puedes tomar ciertas medidas para evitar que esta tarea sea tan pesada. Algunas recomendaciones que puedes seguir son:
- Asegúrate de limpiar el cristal de tu cocina luego de cada uso.
- Puedes evitar salpicaduras colocando una tapa a tus ollas y sartenes.
- No uses la placa como una extensión de la encimera y, mucho menos la utilices como tabla de cortar.