¿A quién no le gusta prepararse un buen desayuno por las mañanas a base de café, acompañado de unas sabrosas tostadas con mantequilla y mermelada? La mantequilla es un producto lácteo elaborado tradicionalmente con leche de vaca, aunque existen muchas variedades diferentes. Se usa para cocinar y hornear y se puede agregar a muchos platos diferentes.
Sin embargo, la mantequilla ha sido durante mucho tiempo un tema de debate en el mundo de la nutrición. Mientras que algunos expertos dicen que aumenta los niveles de colesterol y obstruye las arterias, otros afirman que puede ser un aporte nutritivo y sabroso a incluir en la dieta ¿Cuáles son los mitos y verdades más comunes sobre la mantequilla?
Tipos de mantequilla
La mantequilla es un producto lácteo que se elabora batiendo la leche, un proceso que separa las grasas sólidas del líquido, conocido como suero de leche. Se elabora también con leche de otros mamíferos como ovejas, cabras y búfalos, sin embargo, nos vamos a centrar en la mantequilla elaborada con leche de vaca.
Hay muchos tipos diferentes de mantequilla disponibles, incluida la mantequilla salada, sin sal, alimentada con pasto y clarificada, cada una de las cuales varía según sus respectivos ingredientes y método de producción. Debido a su alta concentración de grasa, la mantequilla tiene un rico sabor y una textura cremosa.
Funciona especialmente bien para cocinar a fuego alto, como saltear y freír, y puede ayudar a evitar que se pegue mientras agrega sabor. La mantequilla también se usa ampliamente para hornear para agregar textura y volumen a los postres y productos horneados. Además, se puede untar en pan, verduras asadas, platos de pasta y muchos más.
3 mitos sobre la mantequilla
Ahora sí, recogemos algunos grandes mitos acerca de la mantequilla gracias a informe publicado en el National Institutes of Health (NIH) donde se especifica que las grasas saturadas, como la de la mantequilla, no suponen un riesgo para la salud.
1. La grasa es mala para ti
EL consumo de grasas lácteas conlleva menos riesgos para la salud que el consumo de productos que contienen grasas trans. De hecho, no existen vínculos entre el riesgo de enfermedad cardíaca y los productos lácteos. Aunque la mantequilla es rica en calorías y grasas, también contiene una variedad de nutrientes importantes.
La mantequilla es una gran fuente de vitamina A, una vitamina soluble en grasa necesaria para la salud de la piel, la función inmunológica y los ojos más fuertes. También contiene vitamina E, que sabemos que apoya la salud del corazón y actúa como un antioxidante para proteger sus células contra el daño causado por los «malos» llamados radicales libres.
2. La margarina es mejor que la mantequilla
Los productos para untar similares a la mantequilla o los artículos elogiados como sustitutos saludables de la mantequilla están muy procesados. Las margarinas generalmente se elaboran con aceites vegetales parcialmente hidrogenados, también conocidos como grasas trans. Estos aceites se formulan cuando se agrega hidrógeno al aceite líquido para que se solidifique a temperatura ambiente y, por lo tanto, imita la textura de la mantequilla.
Hoy en día, los científicos reconocen que las grasas trans son peores para el corazón que las grasas saturadas porque, además de elevar el colesterol LDL malo, las grasas trans también reducen el colesterol HDL bueno.
3. La mantequilla proviene de malos ingredientes
Falso. Hoy en día, la mantequilla está hecha de un ingrediente simple: crema. Además, la mantequilla contiene cantidades muy pequeñas de otros nutrientes, como riboflavina, niacina, calcio y fósforo. En definitiva, se puede decir que la mantequilla es salud y que la grasa no es mala para ti.
