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Por qué tienes que dejar de guardar estos alimentos en la puerta de la nevera

Cuando guardamos estos alimentos en los estantes de la puerta de la nevera no estamos escogiendo el mejor lugar para conservar sus propiedades

guardar alimentos puerta nevera

Los estantes dispuestos en el interior de la puerta de la nevera suele almacenar productos y alimentos que o bien solemos utilizar a menudo para tenerlos más a mano o nos encajan por tamaño y forma. Puedes poner el agua dónde quieras pero ¿Qué pasa por ejemplo con la leche?

No son precisamente esos los factores a tener en cuenta para elegir en qué lugar poner cada alimento. Y existen al menos tres que siempre guardamos en este lugar del frigorífico y que no deberían estar ahí si queremos que no se nos echen a perder antes de tiempo.

La puerta no es el mejor lugar para varios tipos de alimentos

La puerta de la nevera es la zona menos fría de la nevera. Por lo tanto, aquellos alimentos que se conserven mejor cuanto más frío reciban o incluso que no se conserven bien a partir de cierta temperatura nunca deben estar ahí.

huevos alimentos puerta nevera
Los huevos son uno de los alimentos guardamos sin pensarlo dos veces en la puerta nevera

La puerta puede ser un buen lugar para alimentos que no necesitan unas condiciones demasiado específicas, como pueden ser el agua, algunas salsas como el kétchup, algunas verduras, la mantequilla o la margarina.

Los alimentos que siempre tenemos en la puerta de la nevera y no deberían estar ahí

Existen al menos tres alimentos que casi todo el mundo guarda en la puerta de la nevera creyendo que es el sitio más adecuado cuando en realidad estamos cometiendo un error.

El primero de ellos es la leche. La forma del tetrabrick o la necesidad de guardarla en posición vertical por el temor al goteo del tapón si la tumbamos, hace que instintivamente coloquemos la leche en los estantes de la puera. Cuadrados y seguros. ¿Cómo no va a ser ahí?

Resulta que, una vez abierta, la leche necesita una gran cantidad de frío que la zona de la puerta no alcanza. Es el motivo con el que con frecuencia la leche se pone en mal estado rápidamente.

Otro alimento habitual de la puerta son los huevos. Y de esto puede que no tengamos la culpa nosotros, ya que muchas marcas de frigoríficos traen incluso unas bandejas con agujeros que siempre están en el estante superior, diseñadas específicamente para colocar los huevos.

Sin embargo, pese a la ingeniosa invitación del fabricante, al igual que la leche, los huevos necesitan bastante frío para conservar sus propiedades sensoriales y nutritivas intactas. Deben estar en la parte alta de la nevera, sí. Pero mejor en una de las bandejas interiores.

Limones, cebollas y otras frutas y verduras

Pocas cosas son tan típicas como tener un limón y medio en el estante superior de la nevera. Si las neveras fuesen una nación, un limón cortado por la mitad sería sus escudo.

Es cierto que algunas frutas y verduras pueden guardarse en la puerta de la nevera porque no necesitan demasiado frío. Aunque no es lo más recomendable. El cajón de las verduras está especialmente creado para mantener la temperatura que las verduras necesitan.

Solo algunas verduras con demasiado contenido en agua o las de hoja verde, que necesita otro tipo de almacenamiento se salvan del cajón. Pero la puerta, definitivamente, no es su sitio debido sobre todo a la exposición bacteriológica. Por muy limpia que tengamos la nevera, el uso constante y el cambio brusco de temperatura cada vez que abrimos la puerta mantiene este riesgo siempre presente.

Procura guardar las frutas y verduras que ya estén empezadas en algún recipiente cerrado o con la parte expuesta cubierta, y colócalo en las bandejas interiores de la nevera.

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