“La seta de la esperanza”, “el hongo de la inmortalidad”, la “hierba de la potencia espiritual”, “medicina de reyes”. Estos son apenas algunos de los sobrenombres con los que se ha ido bautizando el ‘Ganoderma licidum, un hongo originario de tierras asiáticas que se considera un superalimento por sus propiedades curativas y lo beneficioso que resulta para el organismo, especialmente en personas que padecen enfermedades tan agresivas como el cáncer.
Su nombre popular es reishi y se utiliza en su lugar de origen desde hace más de 2.000 años. Se considera así un adaptógeno. Es decir, un alimento que ayuda a prevenir ciertas patologías y que permite a los que lo consumen sentirse mejor. La clave, cómo no, está en su composición, en las vitaminas, minerales y antioxidantes que conforman la lista de componentes esenciales que lo forman, como veremos a continuación.
Composición el reishi
Se trata de un hongo bajo en calorías, ligero y perfecto para incluir en la dieta. Símbolo de longevidad y felicidad, es rico en proteínas vegetales, ojo, y en aminoácidos esenciales. Es un potente antioxidante, un producto que planta cara a la oxidación que conlleva la exposición constante a los radicales libres que al fin y al cabo es producto de nuestro día a día. Ese poder antioxidante es lo que facilita que la persona presente un mayor bienestar a todos los niveles.
Probablemente uno de los puntos más importantes y que destacan de la ingesta de reishi es que se está utilizando con fines terapéuticos. Enfermos de cáncer, especialmente en Oriente Medio, lo toman a modo de antiviral natural. Se le presuponen propiedades antitumorales y cada vez se conoce más al respecto. De hecho, se citan algunos estudios que evidencian que los compuestos del reishi inhiben la angiogénesis, que es el paso previo a la generación de ciertos tumores.
Reishi como alimento para personas con cáncer
Como hemos ido destacando, uno de los aspectos clave al hablar de este hongo asiático es que se considera un alimento muy recomendable a la hora de tratar a enfermos de cáncer. Contiene ácidos esenciales, vitaminas, minerales y una interesante lista de componentes con gran fuerza antioxidante. Este aspecto es el que está tras el buen funcionamiento del sistema circulatorio y de una mejoría notable del funcionamiento inmunológico del organismo.
El reishi es efectivo porque activa así el sistema inmunitario de aquellos pacientes que lo tienen especialmente comprometido a consecuencia de la enfermedad. Eso se traducción en la reducción de histamina, por lo que entre líneas se puede leer igualmente que las personas con ciertas alergias pueden beneficiarse de esta cualidad. Es un alimento que ayuda a sentirse mejor si padeces alergia, bronquitis e incluso asma.
Pero bueno, volviendo al tema principal, a cómo estamos ante un superalimento que se prescribe en tierras asiáticas para quienes tienen algún tipo de diagnóstico cancerígeno, se apunta que ya para la prevención es realmente beneficioso. Podría llegar a inhibir el proceso por el cual el cáncer se acaba de desarrollando, un proceso que se conoce como angiogénesis. De ahí que en las llamadas ‘dietas del cáncer’ se vayan incorporando referencias como el reishi.
Se trata de un alimento que mejora la circulación de la sangre y esto conlleva que se de un menor desgaste del corazón. Baja el consumo de oxígeno que este requiere y eso redunda al final en cierta protección en positivo frente a una serie de patologías y futuros diagnósticos que podrían darse en determinados perfiles de pacientes.
Los polisacáridos y el betaglucano están en ese reforzamiento del sistema inmunológico. Los triterpenos que hay en su composición han demostrado notablemente que tienen poder antioxidante y antiinflamatorio. Se suma el hecho de que en la lista de composición de este hongo están los polisacáridos y el betaglucano, que estimula al organismo y facilita combatir determinadas infecciones que se van dando cuando el organismo se encuentra especialmente débil.
Un hongo frente al estrés
Reduce el cansancio, mejora el estado de ánimo, facilita el descanso y se duerme mejor. Increíble, ¿eh? Si todo esto es real, estamos ante el hongo milagroso, ojo. El insomnio afecta a muchísimas personas a día de hoy así que el Reishi podría ser como una revelación para quienes padecen de desvelos o tienen mucha dificultad para conciliar el sueño. El caso es que tiene compuestos que ayudan a regular los niveles de estrés. Concretamente controlan el cortisol, una hormona relacionada con este.
El quid de la cuestión radica en que permite relajarse fácilmente, de manera más efectiva, y eso se evidencia tanto en el sistema nervioso como, por ende, en el resto, también en lo físico. Se relajan los músculos y eso influye en conjunto en el bienestar emocional de las personas y en cómo afrontan el día a día. Incluso esto puede influir de manera indirecta en cómo se van encontrando los enfermos de cáncer y cómo afrontan sus circunstancias.
Reishi contra el colesterol
Como pueden comprobar los lectores, sí que se trata de un ‘hongo milagroso’, y no hablamos de forma irónica. Son tan importantes los componentes que tiene en la lista de composición que sus bondades son numerosas y realmente interesantes. Otra de ellas es el hecho de que facilita la reducción de triglicéridos en sangre, un aspecto que ayuda a mantener a raya los niveles de colesterol.
Este hongo asiático cuenta con ácidos ganodéricos B y Mf y estos son los responsables de este punto a destacar. Inhiben la síntesis del colesterol en el sistema hepático, actuando de forma efectiva. El hecho también de contar con propiedades antiinflamatorias es otro plus al hablar de cómo el reishi disminuye los niveles de colesterol en la sangre y eso es algo importante a tener muy en cuenta.
Si te preguntas cómo consumir reishi en tu día a día, no pienses que es un producto inalcanzable. Este superalimento es accesible gracias a tiendas especializadas en superalimentos de estas características. Lo encontrarás en diversos formatos para que puedas incorporarlo a tu dieta diaria. Ah, y si profundizas vas a descubrir toda una familia de hongos milagrosos, por así decir, procedentes de Oriente Medio que pueden ayudarte a sentirte mejor.