No se puede decir que las meriendas de los niños y niñas que crecieron entre finales entre las décadas de los años 80 y 90 han sido las más saludables. Por entonces no existía tanta conciencia sobre los alimentos y la bollería industrial y meriendas azucaradas eran las reinas de las tardes. Mercadona ha reinventado una de ellas preocupándose por su valor nutricional.
Una de las meriendas estrella de la época era la crema de cacao que se untaban en palitos. Era una auténtica explosión de azúcar, pero que para pasar la tarde jugando en el parque era la dosis de energía perfecta. De hecho, una conocida marca de crema de cacao aún tiene uno de los jingles publicitarios más recordados.
Una merienda que vuelve a triunfar en Mercadona
Hoy contamos con más información sobre lo que contienen los alimentos y podemos tener una mayor conciencia a la hora de elegir qué damos de comer a niños y niñas. Por ello, Mercadona ha sustituido la crema de cacao por crema de leche con avellana, que conserva el sabor dulce y sigue triunfando en la actualidad.
Mercadona ha recuperado aquella deliciosa merienda de los palitos untados en crema a través de su marca de alimentación Hacendado, y está causando sensación. La cadena de supermercados ha tenido en cuenta el valor nutricional del producto, considerando también que los palitos son una fuente de carbohidratos y la leche y avellanas aportan calcio y proteínas. Solo se necesita una infancia activa y lejos de los hábitos sedentarios.
Mercadona ha penado en un diseño nostálgico de lo más práctico
Siguiendo en la línea de la nostalgia, Mercadona ha recuperado aquellos primeros diseños de los envases con elementos por separado que luego se mezclan para conseguir un resultado instantáneo del alimento. Cada vasito en se divide en dos espacios, uno para la crema y otro para los palitos. Cada pack contiene dos de esos vasitos y tienen un precio de solo 1,85 euros.
Es, sin duda, un alimento perfecto para niños y niñas, ya que solo necesitan abrir el envase y empezar a ‘dipear’ con los palitos en la crema. La cadena de supermercados valenciana lo considera una merienda divertida, rápido y que pueden comer en cualquier parte sin interrumpir su actividad.
Energía para una infancia activa
Si vamos a continuar mirando al pasado, otra de las cosas que se echan de menos son los juegos en la calle, con ejercicio físico. A aquella generación hasta arriba de azúcar no le hubiese ido tan bien la merienda si no se hubiesen pasado la tarde quemando energía.
Una merienda que recuerda a aquella época debería también recordarnos que el aporte energético que damos a los más pequeños debe estar adecuado al consumo de energía que realicen. Para disfrutar de una merienda de los 80 y de los 90, no se puede tener una infancia sedentaria, hay que parecerse más a los niños y niñas de aquella época.
Aunque podamos dar meriendas azucaradas a niños y niñas algunas veces, es importante tener en cuenta la importancia de una alimentación equilibrada que incluya fruta en estas comidas.