El alquiler de la vivienda es una situación que, además de ser estresante, es capaz de generar muchas dudas tanto para el inquilino como para el propietario de la vivienda. Manteniéndose entre las dudas más comunes la pregunta ¿Es posible que el inquilino pueda cambiar la cerradura de la vivienda en alquiler? O ¿Puede el inquilino cambiar la cerradura sin el consentimiento del propietario de la vivienda arrendada?.
Por motivos de seguridad, todo inquilino querrá cambiar la cerradura de la vivienda recién alquilada, sobre todo cuando la propiedad ha sido habitada por incontables inquilinos, quienes posiblemente lograron hacer copias de las llaves de la cerradura principal. Resultando fundamental conocer con determinación las implicaciones legales de un cambio de cerradura por parte del arrendatario de una casa de alquiler.
El cambio de cerradura de la vivienda en alquiler
Apegados a la Ley y a la vigente legislación, es importante aclarar que los inquilinos pueden perfectamente cambiar la cerradura de la vivienda en alquiler cuando lo consideren oportuno, es decir, en cualquier momento. Una afirmación fundamentada y basada en el derecho al uso y disfrute de la vivienda en alquiler por parte del arrendatario.
Este cambio correrá por cuenta del inquilino, quien deberá además hacer entrega de la llave y de la cerradura antigua al propietario del inmueble, ya que estos equipos se mantienen como propiedad del arrendador. También se debe mantener el criterio de que una vez culminado el contrato de alquiler, el inquilino tiene que devolver la vivienda tal como la recibió, en conformidad con el artículo 1561 del Código Civil, lo que le obliga a restituir la cerradura original.
El permiso del propietario para cambiar la cerradura
La Ley no establece ningún tipo de consentimiento del arrendador para que el inquilino proceda a cambiar la cerradura, además tampoco es precio que el inquilino de un aviso formal al arrendador de que llevará a cabo este cambio. Pero es recomendable una cuota de respeto hacia el propietario de la vivienda y que se despache un aviso al dueño, sin ser obligatoria la entrega de un juego o una copia de las nuevas llaves de la vivienda en arriendo al casero.
Las consecuencias de un cambio de cerraduras por parte de dueño
Llamado delito de coacciones, este se produce cuando el propietario hace uso de la decisión personal de cambiar la cerradura de la casa alquilada y por consiguiente el inquilino no puede acceder a la propiedad. En este panorama, el propietario no puede acceder a la vivienda sin el expreso consentimiento y autorización del inquilino, y la Ley establece este delito en el artículo 202 del Código Civil como un allanamiento de morada.
Por todo lo antes mencionado, es posible llegar a la conclusión de que el propietario no podrá cambiar la cerradura del inmueble que se encuentre alquilado mientras el contrato de alquiler se mantenga con vigencia, incluso cuando se trate de una situación de impago del alquiler. Ya que un cambio de la cerradura durante un procedimiento de desahucio está penado por la Ley y podría constituir un delito de coacciones según el artículo 172 del Código Civil.
Consejos sobre el cambio de cerradura durante el alquiler
Durante la vigencia del contrato de alquiler, el inquilino puede cambiar la cerradura sin necesidad de requerir del beneplácito del propietario de la vivienda, pero es importante que en aras de mantener una excelente relación entre las partes, se informe de un modo oportuno al dueño sobre esta modificación, recordando que se debe restituir la vieja cerradura al finalizar el contrato de alquiler.
El cambio de cerradura se aconseja llevarlo a cabo al inicio del contrato de alquiler y con ello evitar que el casero y los posibles antiguos inquilinos puedan tener acceso a la vivienda sin el permiso del nuevo inquilino. Una situación que, aunque en muchas ocasiones no es del agrado del propietario, está perfectamente ajustada a la legalidad y que es posible hacerlo inclusive con la oposición del propietario de la vivienda.