El pescado es uno de los alimentos más saludables y nutritivos que podemos incorporar a nuestra dieta. Sin embargo, y por increíble que parezca, existen excepciones. Y no nos referimos a peces venenosos o especies raras, hablamos de un pescado que puedes comprar en cualquier supermercado.
En concreto nos referimos a la panga, un pescado de origen asiático, que suele usarse como sustitutivo de la merluza debido a su bajo coste, y que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recomendado evitar o moderar por vario motivos.
¿Qué es el panga?
El panga es un pez de agua dulce de carne blanca que suele vivir y pescarse en la cuenca del río asiáticos Mekong y sus afluentes. Al tratarse de un pescado blanco, ofrece poca grasa, por lo que no tiene el aporte nutritivo de grasas saludables del pescado azul.
Este pescado ocupa un puesto importante en las exportaciones comerciales de las tierras por las que transcurre el río, que viaja de norte a sur por China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam. Entre los principales mercados a los que abastece esta exportación está España, y suele venderse en forma de filetes y como parte de alimentos elaborados a un precio muy bajo en comparación con otros pescados.
La OCU recomienda moderar el consumo de panga
La OCU ha mostrado su preocupación sobre el consumo habitual de panga por dos razones. La primera es que su explotación y exportación masiva está suponiendo un fuerte impacto medioambiental en los países de origen del pescado. Pero la razón que más afecta a los consumidores son los altos niveles de contaminantes, como el mercurio por ejemplo, que este pescado ha comenzado a mostrar según los últimos análisis y cuya razón esta en la elevada contaminación del río Mekong procedente de la industria y actividades de explotación creciente en la zona.
El motivo de que el panga se siga comercializando pese a estos resultados es que los niveles, aunque sean superiores a la media, aún no rebasan los límites permitidos por las autoridades alimentarias. Esto supone que consumir panga puntualmente no tiene que derivar en un problema de salud. Pero, según recomienda la OCU, sí es necesario moderar su consumo, ya que los contaminantes que contiene el panga tienden a acumularse en el cuerpo a largo plazo y resultan tóxicos cuando se exceden los límites debido a las concentraciones.
El panga es un pescado con un valor nutricional bajo
Algunos nutricionistas no consideran que la toxicidad sea un factor de riesgo en el consumo de panga. Sin embargo, no lo consideran un pescado especialmente recomendable por otros motivos. El panga es un pescado con un valor nutricional muy pobre. Su contenido en proteínas es muy bajo, entre un 9% y un 12% por cada 100 gramos, más o menos la mitad que otros pescados blancos como la merluza, que suele tener un 18%. Por otra parte, su aportación en ácidos grasos saludables apenas da para mencionarlo. Motivos más que suficientes para que sea más recomendable optar por la merluza como una alternativa más nutritiva.
La contaminación del río Mekong
Tristemente, el río Mekong asiático está muy contaminado, pues está lleno de pesticidas y otros compuestos químicos que afectan irremediablemente al estado de sus peces. Por eso, el consumo continuado de panga, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de La Laguna (Tenerife), expone a niveles de mercurio muy superiores al nivel permitido. Los pesticidas y químicos tóxicos que abundan en las aguas del Mekong se deben al cultivo de arroz principalmente, pero también a otras actividades humanas.
Una alternativa más saludable a la panga: un pescado que se sirve en los colegios
Precisamente porque los rumores y las protestas contra la panga se popularizaron mucho, muchos colegios tomaron medidas. Retiraron este pescado del menú y algunos lo sustituyeron por la limanda, mientras que otros lo cambiaron por la tilapia. En cuanto a su valor nutricional, la limanda es una fuente importante de vitaminas, oligoelementos y proteína, por lo que es muy saludable. Con respecto a la tilapia, es un pescado que contiene muchos ácidos grasos Omega-3 que son saludables para el corazón y un alto contenido de proteínas, además de vitaminas B, D y E.