Está siendo un invierno algo duro, con temperaturas bastante bajas, protagonizado por una masa de aire polar que nos está dejando olas de frío como la reciente Gerard. Y, según anuncian los meteorólogos, es muy probable que la situación se repita en los próximos días.
Más vale que encontremos buenos métodos para hacer frente a este frío y que no sean solo derrochar en calefacción. En lo que comemos podríamos encontrar una gran ayuda para ello. Pues algunos ayudan a llevar a cabo el proceso de la termogénesis, que es la capacidad del cuerpo humano para producir calorías mientras digiere los alimentos.
Los alimentos ayudan a generar calor corporal
Todos los alimentos cumplen alguna función en el organismo humano. Unos sirven para tener los huesos más fuertes, otros aportan los minerales necesarios para las funciones mentales, otros favorecen al sistema cardiovascular, etc. Ya hemos hablado de muchas de las propiedades de los alimentos en varias ocasiones.
Pero también existen alimentos que por su aporte calórico durante el proceso digestivo son más eficaces que otros a la hora de reforzar nuestro sistema inmune, aumentar la temperatura corporal y, por lo tanto, combatir el frío y evitar resfriados y procesos catarrales. Si al oír caloría estás pensando en comidas grasientas o poco saludables, vamos a cambiar esa idea. Ingerir las calorías necesarias, no es una cuestión de comer peor ni tener que ganar peso.
Comer sano y ganar las calorías necesarias
Nuestro cuerpo tiende a adaptarse a los cambios en la circunstancias que lo rodean. Y te lo hace saber a través de lo que las «cosas que te apetecen» en cada época del año. Existen motivos relacionados principalmente con el clima por los que en unos meses determinados el cuerpo nos pide un tipo de alimento, que van cambiando a lo largo de las estaciones.
El invierno es un periodo del año en el que nuestras defensas suelen estar más débiles y el cuerpo necesita hacer un «esfuerzo extra» en la protección del organismo y la recuperación del sistema inmune. Es por ello que, aunque después de las fiestas queramos una dieta milagro que nos limpie el cuerpo y la conciencia, el invierno no es época para centrar nuestra alimentación en ensaladas o saltarnos comidas. Es necesario comer caliente y darle a nuestro cuerpo las calorías que necesita. Y esto no es atiborrarnos de grasas. Existen varios tipos de alimentos saludables, que sin hacernos engordar, aportan la cantidad de energía y calorías que necesitamos para la termogénesis.
Verduras y legumbres para combatir el frío
No queremos ganar peso. Pero tampoco llevar una alimentación hipocalórica que nos deje al descubierto ante virus y enfermedades propias del invierno. Por mucho que cuando nos quieren advertir de que se está muy delgado se escucha eso de «lo que te falta es un buen plato de garbanzos», la idea de que las comidas de cuchara engordan está algo desfasada.
Por ejemplo, las sopas y cremas de verduras son platos de cuchara perfectos para una alimentación sana, con las calorías necesarias y que nos aportan otros nutrientes como vitaminas, minerales o fibra, esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo. Además, son platos calientes, con lo que la sensación de aumento de la temperatura es inmediata.
Los caldos de pescado o las legumbres —podemos ahorrarnos llenarlas de carne, chorizo, tocino, morcilla, etc. y decantarnos ‘avíos’ de verdura— son otra muy buena manera de obtener un refuerzo de nuestro sistema inmunológico al tratarse de alimentos ricos en proteínas, que son, por decirlo de algún modo, las encargadas de la reparación del organismo. En el caso de los caldos o platos de pescado, son especialmente recomendables aquellos elaborados con salmón. Por otro lado, también nos ayudarán en el aumento de nuestra temperatura corporal alimentos como el aguacate y el trigo sarraceno, muy rico en vitaminas y minerales, además contiene 13 gramos de proteínas por cada 100 gramos.
Otros ingredientes que podemos añadir a nuestras comidas en estos días para aumentar sus propiedades anticatarrales son el el jengibre, la cúrcuma, el curry, la mostaza, la canela o el té verde, ya que estos tienen la capacidad de acelerar el metabolismo con lo que quemamos calorías más rápido y conseguimos un aumento de nuestra temperatura.
Si para ti llegan estos consejos llegan un poco tarde porque el catarro o la gripe ya te han pillado, recuerda que también existen alimentos que fucionan mejor incluso que algunos medicamentos a la hora remediarlo. Entre estos son especialmente eficaces el pomelo, el ajo, las acelgas, la remolacha, los arándanos rojos, y la zanahoria cocida.
Lo más importante a tener en cuenta en nuestra alimentación es escuchar siempre a nuestro cuerpo. Si le prestamos atención y nos olvidamos de lo que dice el espejo, seguramente estemos más cerca de una alimentación equilibrada y adecuada a las necesidades de cada época del año. Es muy importante no olvidar que aunque sigamos teniendo la incómoda sensación de que hemos ganado unos kilos, las dietas milagro no son ni eficaces ni buenas para nuestra salud, es más, en ocasiones pueden acabar en trastornos alimenticios. Para gozar de un buen estado físico es fundamental una alimentación completa, acorde con la época del año y que pueda mantenerse en el tiempo, es decir, que pase a formar parte de nuestros hábitos, pues los buenos resultados nunca son a corto plazo.