Las personas con deficiencias físicas, sensoriales o psíquicas pueden perfectamente gozar de estar exentas de algunos pagos de impuestos, según las leyes españolas, y muchos de ellos evidentemente tienen que ver con los bienes inmuebles. Esta exención en el pago de los tributos va ligada al grado de discapacidad y a otros determinantes factores que en total pueden reducir considerablemente e incluso eximir el pago de tributos relacionados con la vivienda.
Uno de estos factores es la edad y muchas otras condiciones o circunstancias personales y dentro de este universo de exenciones están las relacionadas con educación, atención sanitaria y en lo relativo al tema del sector de la vivienda. Este último caso de gran interés gracias a la dificultad actual de estas personas para conseguir vivienda y al conjunto de factores que evidentemente intervienen en la búsqueda de una solución habitacional para las familias.
La exención de impuestos de vivienda por discapacidad
Todo beneficio relacionado con las diversas ventajas fiscales para las personas con alguna condición de diversidad funcional requiere disponer del certificado de discapacidad, el cual acredita de forma legal y precisa el grado de minusvalía sufrido. Un certificado que debe ser solicitado en los servicios sociales del ayuntamiento o de la comunidad autónoma que corresponda.
Es importante reconocer que para obtener las diversas exenciones se requiere un grado mínimo de discapacidad, aunque es posible conseguir diversas variaciones, por regla general se aplican disminuciones por escalas, la primera de ellas va dirigida a grados de minusvalía iguales o superiores al 33%, mientras que existe otra escala para grados de minusvalía iguales o superiores al 65%.
Los beneficios fiscales en vivienda de las personas con discapacidad
Son múltiples las ventajas fiscales y la reducción de los tributos para discapacitados y en muchos de los casos lograr la correcta eliminación total del tributo. Las personas que tienen una discapacidad igual o superior al 33% disfrutan de beneficios relacionados con el (IVA) Impuesto sobre el Valor Añadido, (IRPF) Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, Impuesto de Transmisiones Patrimoniales; además de otros que no tienen que ver con vivienda.
La efectiva reducción del IVA
La reducción del IVA es una de las ventajas de mayor evidencia porque engloba una gran cantidad de transacciones y de operaciones económicas que las personas realizan diariamente, los porcentajes de disminución son variados y dependerán del tipo de operación financiera a desarrollar e irán desde un 4% hasta alcanzar el 10% en dependencia del concreto caso de compra, venta o de pago de servicio.
El IRPF para las personas con discapacidad
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es uno de los tributos que los discapacitados no pagan, en él se gravan las rentas obtenidas durante un año natural y es de obligatoriedad para todas las personas residentes en España. Al momento de vender una vivienda se genera este impuesto y se toman en consideración las condiciones familiares y personales, por lo que las personas con algún grado de discapacidad se beneficiarán de esta evidente ventaja.
Las deducciones en las reformas de vivienda
Las personas con discapacidad física y sus familiares gozan de desgravámenes al momento de llevar a cabo la declaración de la renta, en los precisos casos de aportaciones al patrimonio protegido para hacer frente a las necesidades vitales que ayuden a afrontar la minusvalía. Al igual que las obras de adecuación a las instalaciones de la vivienda, para colaborar en disminuir los riesgos de la minusvalía sufrida.
Los impuestos de vivienda que sí pagan las personas con discapacidad
En contraparte, existen muchos impuestos y tributos de los cuales los discapacitados y las personas con minusvalía no gozan de ningún tipo de beneficio o exención, tal es el caso de la plusvalía municipal. Un impuesto que afecta el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana y que no contempla ningún tipo de ayuda o disminución para los casos de personas con minusvalía o discapacidad.
El Impuesto sobre los Bienes Inmuebles (IBI) está gestionado por el ayuntamiento que corresponde a la ubicación geográfica de la vivienda y en la actualidad la normativa nacional y autónoma no contempla ningún tipo de deducción que esté en favor de las personas con minusvalía o con diversidad funcional, por ser un tributo que expresamente grava al inmueble o a la vivienda y no al titular de la propiedad.