La compra de fincas rústicas está viviendo uno de sus mejores momentos en España, manteniendo crecimientos sostenidos desde hace un par de años gracias a la excelente rentabilidad que representa para el sector de la vivienda y de los bienes raíces este tipo de propiedad inmobiliaria. Además de incluir las perfectas condiciones para que las personas puedan disfrutar de un contacto directo con la naturaleza y de una vida alejada de las ciudades.
Por ello es importante conocer las características que debe tener una finca rústica para ser ideal para los españoles, y esto dependerá de variados factores a tener en consideración y a la tipología y al uso que el propietario desee darle. Definir la finca rústica ideal implica analizar al detalle muchos factores y puntos, pero a rasgos generales siempre existirán propiedades que son mucho más llamativas que otras y que por ende acaparan las preferencias de los inversores.
Aspectos a considerar al comprar una finca rústica
Es fundamental que la finca rústica no esté muy alejada de la vivienda habitual del posible comprador, con la intención de lograr un desplazamiento entre las propiedades que pueda catalogarse de cómodo y rápido. Además de ello, se agradece si la finca incluye una vivienda que también sea confortable o en su defecto que pueda ser rehabilitada, así como la necesaria inclusión de servicios básicos (agua y electricidad).
Igualmente se debe verificar si la finalidad de la finca rústica está en equilibrio con las aficiones del nuevo propietario y constatar que la finca no esté situada dentro de los límites de un Parque Regional o de un Parque Nacional, con la intención de evitar problemas mayores en un futuro. Además de ser conveniente la verificación de derechos de paso o de caminos vecinales que conecten a otras propiedades y que involucren a los terrenos de la finca.
La finca rústica ideal para ser comprada
Para catalogar a una finca rústica de ideal es importante analizar en detalle la finalidad y la tipología de la misma, dentro de este rango es posible conseguir fincas rústicas agrícolas, de recreo, forestales, cinegética o ganaderas. Esta amplia variedad de tipos hace que los aspectos a tener en consideración sean también variables al momento de determinar que la finca rústica sea un terreno perfecto.
La finca rústica agrícola
Catalogadas como las de mejor rentabilidad y siendo las de almendro, olivo y pistacho las que mayores beneficios económicos otorgan a los inversionistas. La producción por hectárea es determinante para conseguir que sea una de las modalidades más buscadas por los compradores y gracias a los cultivos intensivos y al mejoramiento de la producción son capaces de generar muy buenos dividendos económicos a sus dueños.
Para ellas es indispensable un sistema de riego que pueda ser confiable y que permita un oportuno abastecimiento del vital líquido para conseguir la productividad deseada. Así mismo, es importante analizar la pendiente del suelo, un dato determinante al momento de incluir la posibilidad de utilizar sistemas de siembra y de recolección automatizados de las cosechas, sin olvidar la climatología, tipo de suelo, humedad y ubicación geográfica.
La finca rústica destinada a la ganadería
Las fincas rústicas de inclinación ganadera son magníficas para generar aceptables recursos económicos, sobresaliendo la cría porcina y la excelente aceptación y alta calidad de este tipo de carne para los españoles y en general para el mercado internacional, destacando las de la zona de Extremadura para esta finalidad. Ahora bien, si de cría bovina se trata, la mejor opción la ofrecen las fincas rústicas ubicadas hacia el norte de España, ya que abundan las lluvias durante toda la extensión del año y por ello se mantienen los pastos siempre verdes. Lo que facilita las cosas, disminuyendo los gastos, la logística en la búsqueda del alimento y la trashumancia.
Las fincas rústicas con fines de cinegética
Para los amantes de la cacería están las fincas rústicas especialmente destinadas a esta actividad, la cinegética siempre ha destacado como una variante que trae a muchos adeptos y por consiguiente es una excelente fuente de rentabilización de una finca rústica. Evidentemente, se requieren de permisos especiales y terrenos con extensiones mínimas de mil hectáreas como requisitos para avalar estas actividades recreativas.
Las fincas rústicas de inclinación recreativa
Es deseable que se encuentren cerca de los núcleos urbanos para facilitar el acceso a ellas y evitar molestias a los potenciales clientes y visitantes y lograr fines de semana de ensueño sin requerir de largos y complicados viajes. Este tipo de finca es genial para aquellos inversores amantes de la naturaleza y que en efecto quieran ser ellos mismos quienes logren dotar a la propiedad de los atractivos requeridos para hacerla exitosa.