La morosidad del alquiler por parte de los inquilinos en un problema recurrente y muy común dentro del sector inmobiliario español. Para evitarlo o prevenirlo existen mecanismos de control que pueden poner en práctica los propietarios de vivienda. Pero lo cierto es que en una gran parte de estos procesos el dueño solicita legalmente el desahucio o proceso de desalojo de la propiedad, un proceso que bien vale la pena conocer lo referente a sus tiempos de duración.
Con las respectivas pruebas en mano y agotados los escenarios de un acuerdo mutuo, el propietario está en su derecho de demandar un desahucio para recuperar la vivienda por culpa de un inquilino moroso en las rentas de alquiler del inmueble. Un proceso que no es sencillo y que lleva su tiempo y que además requiere de la asistencia legal de un profesional para asegurar la mejor tasa de éxito al momento de conseguir una sentencia que afirme el desalojo.
El proceso de desalojo de un inquilino de vivienda
La paciencia es una virtud y llevar a cabo el desahucio de un inquilino puede literalmente acabar con cualquier dosis elevada de la misma, las diversas protecciones sociales y el cierre de muchos tribunales en la época de la pandemia lograron que el porcentaje de desahucios disminuyera considerablemente, evidentemente no por una falta de pagos de los inquilinos. Es decir, disminuyeron las demandas de desahucio, pero no las de morosidad por impagos del alquiler.
Los plazos para hacer efectivo un desahucio de un inquilino moroso son uno de los aspectos que todo propietario tiene que tener en consideración, porque es una cuestión de dinero y mientras dure el proceso de impagos será un tiempo que estará relacionado con la rentabilidad del alquiler. Recordando que el desahucio es un procedimiento legal que se lleva a cabo mediante la figura de juicio y que por consiguiente requiere de sus debidos tiempos procesales.
Los plazos del desahucio por impagos en el alquiler de vivienda
Como promedio general, la duración de un proceso de desahucio suelen llevar entre 5 y 6 meses de duración y en muchos casos alcanzar al año, con diversas variables que influyen en la duración de todo el mecanismo de desalojo. Estos generalmente se inician debido a la violación de alguna de las cláusulas establecidas y estas causas pueden influir de un modo determinante en la duración de todo el proceso de desalojo.
Cuando se trata de una solicitud de desahucio por impago del alquiler, el proceso puede dar inicio solo un mes después de comenzar el incumplimiento en el pago de la renta de la vivienda, pero manteniendo en consideración que para dar comienzo a la demanda se deben agotar las solicitudes de pago de las cuotas atrasadas, un proceso que se recomienda sea hecho mediante notificaciones vía burofax.
Una vez iniciado el procedimiento legal de la demanda, el inquilino está en la potestad de negarse a pagar lo adeudado y a no abandonar el inmueble, es decir, hacer oposición a la demanda con resultados obvios donde el proceso se extiende considerablemente. En este caso, el arrendatario necesitara de asistencia legal (abogado o procurador) y el solo hecho de su nombramiento puede llevar un tiempo mínimo de 3 meses.
Los tiempos de duración una vez iniciado el juicio son extremadamente variables y volátiles, por lo que los juzgados tienen una gran relevancia con respecto a los plazos para el desahucio de un inquilino. Aquí la saturación de trabajo y el simple hecho de que todo se lleva a cabo a través del servicio de correos del juzgado inciden de un modo directo en la extensión de los tiempos de duración para desahuciar a un inquilino.
Agilización de los tiempos con la Ley de Desahucios Express
La Ley de Desahucio Express es una medida que ha logrado la reducción de los plazos de un modo considerable, una normativa que basa su éxito y la rapidez al permitir que si tras 10 días de la recepción del decreto de admisión de la demanda de desahucio, el inquilino no muestra oposición a la misma, el juzgado puede perfectamente proceder a fijar una fecha específica para el respectivo desalojo.
Medidas que surgen para lograr la posibilidad de reducir los extendidos plazos que por ley requieren los desahucios de los inquilinos, aunque los abogados experimentados en la materia son capaces de instar al juzgado a que la notificación del desahucio sea efectuada por el procurador, una solicitud que permite la agilización de los plazos para desahuciar un inquilino.