El hecho de alquilar una vivienda siempre ha sido considerado como una mala inversión, un gasto que no debe hacerse teniendo la opción de adquirir un piso propio.
Pero la realidad es que los tiempos han cambiado y, a día de hoy, el hecho de alquilar una vivienda tiene muchas más ventajas de las que pudiéramos pensar en un primer momento. Por eso vamos a dedicar este post a repasarlas y a entender un poco mejor por qué alquilar es una excelente alternativa.
Los motivos por los que alquiler es la mejor opción a día de hoy
Pese a que adquirir una vivienda siempre va a considerarse una buena inversión, lo cierto es que los últimos años la tendencia ha cambiado de manera clara, poniendo al alquiler incluso por encima de la compra.
Y la realidad es que existen razones claras para este cambio de posición, tanto por parte de los consumidores como del mercado, las cuales se encuentran vinculadas con la crisis económica que estamos viviendo, pero también con otras ventajas que tiene el hecho de alquilar. Así que, para conocer un poco mejor esta situación, es importante que hagamos un repaso de los motivos por los que arrendar es mejor opción que comprar una casa.
Aporta mayor flexibilidad
En primer lugar, debemos ser conscientes de que esta manera de vivir nos aporta un estilo de vida mucho más flexible, ya que podemos mudarnos cuando nos resulte necesario. De esta manera, si se necesita cambiar de ubicación por trabajo, familia o cualquier otra razón, no se está atado a una propiedad y se puede buscar un nuevo piso para alquilar. Al igual que si, de repente, la cuota sube demasiado, tenemos la opción de dejar el arrendamiento. Este es uno de los motivos que hace que muchas personas se decanten por alquilar un piso en vez de comprarlo, pero existen muchos más.
Incurrimos en menos gastos
Comprar una vivienda puede parecer más económico, pero no es así. De hecho, debemos ser conscientes de que adquirir un piso conlleva una serie de gastos independientes de la hipoteca, como la gestión de papeles, los impuestos asociados, posibles desperfectos, etc.
Sin embargo, cuando se es un inquilino, esto no ocurre porque no se es responsable del mantenimiento y las reparaciones mayores de la propiedad. Esto significa que si algo se rompe o necesita ser reparado, el propietario es el encargado de solucionarlo.
Menor desembolso inicial
Como acabamos de comentar más arriba, para comprar una propiedad necesitamos una gran cantidad de dinero que nos ayudará a afrontar el pago inicial y los costos asociados con la compra, así como los gastos de cierre. En comparación, alquilar una propiedad generalmente solo requiere el depósito de seguridad y el primer mes de alquiler. Además de poder olvidarnos de los impuestos que deben abonarse de manera habitual por el hecho de tener una propiedad.
Te liberas de preocupaciones financieras
Otro aspecto a destacar es que, cuando vivimos en un piso arrendado, sabemos exactamente cuánto vamos a pagar cada mes en concepto de alquiler. Esto hace que sea más fácil planificar y presupuestar las finanzas personales. Sin embargo, en las viviendas particulares, muchas veces surgen imprevistos que hacen que resulte mucho más complicado calcular unos gastos mensuales fijos.
Acceso sencillo a muchas comodidades
Finalmente, también es interesante destacar el hecho de que algunas propiedades de alquiler tienen ciertos extras, como una piscina o un gimnasio, lo que nos aporta una mayor comodidad en nuestro día a día. Además, en muchos casos estos servicios se encuentran incluidos dentro del pago mensual de la cuota de alquiler del piso.