Todos de alguna manera tenemos una relación con el sector vivienda y es que requerimos de un inmueble para vivir y para protegernos del ambiente exterior, ya sea que la relación sea de alquiler, de propietario o de un próximo inversor en el sector de la vivienda. En cualquier de los posibles casos se debe conocer la nomenclatura utilizada en los bienes raíces, para lograr una conversación fluida y una de estas variables tiene relación directa con la “Vivienda habitual”.
El concepto de vivienda habitual en muchos casos es asumido por las personas como aquella única vivienda en la que se vive y aunque parezca una tontería es de suma importancia conocer cuál es la vivienda habitual. Una situación que puede ahorrarte muchos malentendidos con Hacienda, con las diversas tributaciones y por supuesto con muchas tramitaciones habituales relacionadas con las propiedades y que en definitiva todo propietario o dueño debe tener claro.
El concepto de vivienda habitual
Desde el punto de vista de la Agencia Tributaria, toda vivienda en la que se logre permanecer al menos durante tres años consecutivos será considerada como residencia habitual, pero como en toda regla, también existen ciertas excepciones. Y también es válido en caso de haber requerido irte de ella de un modo forzado por un cambio de domicilio, un traslado laboral o por efectos del matrimonio antes de que transcurran el trío de años reglamentarios.
Otra razón para ser considerada como vivienda habitual es cuando se ocupa de una forma continua durante 12 meses después de la fecha de su compra. Y existe una tercera opción en la cual es posible considerar al inmueble como vivienda habitual y es cuando se presentan las plazas del garaje junto a la vivienda. Estos son los tres casos en los cuales se considera que la vivienda es habitual cuando ha sido habitada de manera efectiva por el contribuyente.
Dudas referentes a la vivienda habitual
Determinar con exactitud y sin titubeos si tu vivienda es habitual o no es un punto determinante para el pago y la rendición de los impuestos y los tributos obligatorios para todos los propietarios de vivienda. Un conocimiento que sin dudas te mantendrá alejado de los problemas fiscales relacionados con Hacienda y que generarán la necesaria dosis de tranquilidad ante cualquier problema con los tributos nacionales o autónomos.
Tributar como una vivienda habitual sin serlo
Por regla general, las viviendas habituales desgravan de forma directa en la declaración de la renta, por lo que si se ha tributado como vivienda habitual sin serlo, tendrás que devolver la deducción por adquisición. De allí que una de las variables de mayor importancia al momento de hablar de una vivienda habitual se refiere al hecho de que en ningún momento se habla de la necesidad de aparecer inmersa en la hipoteca.
La vivienda habitual y el domicilio fiscal
Desde la mirada de Hacienda, el domicilio fiscal es el de la vivienda sobre la cual tendrás que hacer la declaración de la renta, esto quiere decir que en efecto se hace referencia a la residencia habitual de cada uno de los contribuyentes. Una situación clara donde efectivamente la residencia habitual y el domicilio fiscal van de la mano para los trámites tributarios relacionados con Hacienda.
Diferencias entre vivienda usual y vivienda habitual
La vivienda usual es un concepto inmobiliario que desde el punto de vista de tributación no genera rentas, pero que debe ser incluida en la declaración de la renta. Ahora bien, está el caso de la adquisición de viviendas en alquiler, un caso completamente diferente, ya que la ley estipula que si se obtiene un capital inmobiliario por su alquiler, este se debe declarar en Hacienda y se tributará de manera general a través del análisis de la diferencia entre ingresos y egresos.
Ahora bien, está el caso en el cual se establece que la vivienda es de imputación de rentas inmobiliarias, aquí se trata de todas aquellas casas o viviendas que no son consideradas habituales y que en efecto no son de uso permanente. En esta categoría estás las casas de playa, de vacaciones, de montaña y toda aquella propiedad que utilices como segunda opción.